Corazón conquistado

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En este capítulo añadí un nuevo personaje llamado Dwalin, el nombre lo obtuve de uno de los enanos de "El hobbit" porque de todos los nombres ese es el que más me gustaba para nombrar a un enano. El personaje que estoy agregando no tiene similitudes con el de la película ya mencionada más allá del nombre y del hecho de que ambos son enanos.

En este capítulo volvemos al pasado antes de que Camelia se convirtiera en ancestral.

La segunda parte del capítulo pasado está en marcha y por la mitad.

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Ren dejó caer la bolsa con tierra al suelo, junto a muchas otras amontonadas frente a un árbol. Apoyó una rodilla en el suelo, suspiró y se secó el sudor de la frente.

-¿Cansado muchacho?- Pregunto un enano.

Ren jadeó un poco, tomando aire. –Solo un poco.

-Descansa un poco. Tú y tu amigo ya han hecho demasiado.

El ancestral negó con la cabeza y volvió donde Cedreric. Juntos estaban ayudando a los enanos a construir las casas para un nuevo pueblo que estaban estableciendo.

Cuando llegó junto a su amigo, lo ayudó a levantar un enorme bloque de piedra y dejarlo sobre la pared que estaban construyendo. Una vez que lograron subirlo ambos amigos se apoyaron contra la pared jadeando.

-¿Cansado?- Preguntó el pelinegro.

-Ni en tus mejores sueños.

El otro dio una sonrisa ladina y de un rápido movimiento le quito el gorro gris de la cabeza rebelando ambas orejas de zorro.

-¡Oye!- Se quejo el pelirrojo intentando alcanzarlo.

-Aun no entiendo porqué no cambias completamente tu apariencia.

-Me gusta confundir a los mortales.

-Aquí no hay mortales.

-Tú solo estas celoso. – El tigre ancestral enarcó una ceja y luego negó con la cabeza cuando vio la típica cola de zorro moviéndose tras su amigo.

-Sí, muy celoso- Ironizó y arrojó el gorro a la pila de ladrillos.

Juntos volvieron a buscar otro enorme ladrillo para ponerlo sobre la pared.

-No entiendo porqué necesitan ladrillos tan grandes. Es decir, con lo pequeños que son no requieren construcciones tan... amplias.- Dijo Ren.

-¡Escuche eso muchacho!- Le grito un viejo enano pelinegro.

Ambos amigos se rieron y negaron con la cabeza.

El viejo enano había estado sentado sobre una pila de ladrillos. Saltó de ella y caminó hacia ellos.

-Claro que si esto es demasiado para ustedes, siempre pueden hacer algo más fácil. Escuche que unas niñas de seis años están lavando la ropa a orillas del río.

Algunos enanos a su alrededor hicieron un "Uhuuuu" advirtiendo la pelea.

Ren dio una sonrisa sagaz. –No gracias, no te robaremos tu trabajo.

El hombre mayo hizo una media sonrisa. –Bueno, entonces supongo que si ya terminaron por aquí pueden ir a ayudar... allí.

El enano señalo una enorme construcción con bloques más grandes. Había una cuerda atada a una estructura de madera por la que los enanos subían y bajaban para dejar cemento donde pondrían los ladrillos. Esta cuerda era jalada desde abajo y por ella le pasaban los enormes bloques a los enanos de la cima para que la depositaran allí.

Todas las Hadas del Reino: Vida ancestral  (Serie de one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora