Orejas

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Ren no paraba de mirarse en el agua del rio moviendo la cabeza de un lado a otro, llevaba así por lo menos unos quince minutos. Camelia se le acercó con curiosidad, hacia días tenían la misma rutina. Salían a cazar y después de comer el zorro pasaba mucho tiempo frente al agua.

-¿Qué haces?

-Me estoy observando.

Camelia miró el agua y después a su compañero, no veía nada raro en él.

-¿Quieres explicarte?

-Creo que pase tanto tiempo enamorado de mi cola que no me di cuenta de algo...

-¿De qué?

-¡Vamos Cam! ¿no lo ves?

La raposa observó el reflejo del ancestral con detenimiento pero por más que pensó e intentó no percibió lo que él.

-Mmmm no.

-¡Mis orejas Camelia!

-¿Qué tienen?

-¡Son hermosas! Las tuyas no están nada mal, pero mira lo que son las mías. Son perfectas, simétricas, ¡son sexys! ¡Dan envidia!

-Ay Ren...-Camelia negó con la cabeza.

-No puedo creer que no me di cuenta antes. Me atrevo a decir que hasta le compiten a tu cola.

-¿Conoces la historia de Narciso?

-Creo que era un tipo que decía que era muy hermoso y se murió.

-¡Ahogado Ren! Ahogado se murió.


Todas las Hadas del Reino: Vida ancestral  (Serie de one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora