Curiosa Criatura

~19~

Tus amigos me abrazaron...

Al llegar al baile, me dijeron que tenía que quedarme en la puerta de la entrada custodiando para que nadie entre con algo indebido básicamente, eran apenas las nueve de la noche y ya estaba casi lleno el gimnasio, yo pensaba que no vendrías pero, cuando vi que tu grupo de amigos bajo de una camioneta supe que estrías ahí y quede loca

—Profesora, buenas noches—

Luego de que todos tus amigos me abrazaran y saludaran efusivamente, sólo me dijiste esas palabras con una pequeña sonrisa y una leve reverencia para en manada irse a sentar a una de las mesas del fondo del gimnasio

Eres muy cortés y es algo muy lindo, pero te falta ser mas demostrativa y en lo posible conmigo...

Y todo marcha a mi favor para lograr mejorar las cosas, eso claramente fue sarcasmo, ya que no me dejaban salir de la maldita puerta de entrada del maldito gimnasio

Desde cuándo me han visto cara de perro guardián, no soy un Rottweiler, más bien si yo fuera un perro sería una especie de perro salchica porque digamos que soy alta pero un tanto curpulenta, es decir tengo mucho pecho y mucho trasero, lo cuál no está mal amo mis atributos y mis curvas por ello creo que parecería un Salchica de color negro como mi cabello y ojos azules iguales a los mios

¿En que momento comencé a pensar en mi animal interior?

Por otro lado tu hoy estás hermosamente bella con esa camisa, la falda y los tacones negros, lo único que quiero es una selfie contigo, pero también quiero bailar contigo o quizás casarnos, aunque de nuevo mi cerebro solo se dedica a fastidiar mi hermosa existencia

Después de un rato todo mejoró y otra vez eso era sarcasmo, me estaba congelando ahí fuera del gimnasio, corría viento y la noche estaba francamente helada....

Siempre odié el frío y siempre lo voy a odiar...

Estaba sola en la entrada ya que mis colegas estaban adentro controlando la cantina, son buenos chicos pero nunca se sabe, de la nada sentí como algo se ponía en mis hombros...

Al principio me asusté, porque me llegaron de atrás, yo estaba en posición para dar una patada de karate pero me calme al ver que era una chamarra de cuero super calientita y con un perfume hermoso

Además que eran de esas chamarra que son peluditas por dentro, las amo por que me hacen sentir cono un peluche viviente ¡Anna concentrate!

—La necesita más que yo—. Dijiste acomodando la campera en mis hombros

Me sonreiste y regresaste adentro, yo me quedé congelada, pero misteriosamente ya no me molesta tanto el frío...