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Hoy es el día...

Son las ocho de la mañana y la Reina me llamó para ver los vestidos, para ello fuimos a su gran habitación la cual compartía con André, el cual estaba muy ocupado deborando solo, solín, solito su desayunano en estos momentos

Porque mi Reina está luciendo y puliendo sus hermosas curvas en el gimnasio que ella tiene privado en una de las salas del castillo para entrenar con sus armas, es decir pesas, caminadoras, barras de gimnasta, camas elásticas, sacos de boxeo más grandes que el tronco de un árbol, baras de metal extensibles como las que utiliza Robin el ayudante de batman, en fin, lo dije antes y lo repito...

Hasta parece superhéroe...

Por otro lado mi vestido es largo, sin cola de color verde agua con diamantes incrustados en la tasa y el corsed, no tiene mangas y es holgado, la verdad me encanta, me queda pintado y es muy fresco y cómodo, pero juro que me da mucha cosa aceptarlo, porque, yo creí en toda mi ignorancia que los diamantes eran falsos pero no, los diamantes son verdaderamente reales

—Es un regalo, Anna, Regina enloquecerá si no lo aceptas—

—Pero majestad...—

Me interrumpió...

-Primero, soy Sele, Sely o Selene como a ti más te guste no el frío y sin sentimiento "majestad" y segundo, Gina lo encargó especialmente para ti, de hecho se podría decir que ella mandó a hacerlo con molde y todo, es un regalo de todo corazón—

—Me halaga demasiado majes...digo Sele—

—Nos estamos entendiendo—. Nos reímos juntas...

—Anna lo mejor será que guardes el vestido y no le digas nada a Regina—

—¿Por qué?—

—Porque quiero que se sorprenda de lo linda que estás—

Me dijo la Reina sonriendo paraguiñarme un ojo a lo que me sonroje pero asentir, me pregunto como reaccionaras tu cuando me veas

—Te reuniras con el amor de tu vida—

Gritaba André mientras se reía, él junto a una duchada y sensual Regina de cabello sueelto y humedo entraban al gran comedor

—Te odio—

Dijo a regañadientes la futura soberana mientras se inclinaba para besar la cabeza de su madrina sentada a la cabeza de la mesa yo estaba a su derecha, admito que me hubiese gustado ese beso a mi también pero me conformo con la sonrisa que me regalaste

—Preparen la boda, hoy va a pedir su mano—

—Cierra la boca tío André—

Regina estaba roja de vergüenza y un poco de ira, su majestad solo reía y yo miraba la escena divertida

—¿Cariño ya tienes tu traje?—. Preguntó la Reina

—Si, Gerta me lo llevó a mí habitación esta mañana ¿Y sus vestidos?—

La Reina Selene me miró y me hizo seña de silencio mientras reía, Gina creo que preguntó durante todo el almuerzo de manera sutil mientras intentaba no clavarle a André un glamuroso tenedor de plata en el cuello, después de comer mi Reina me ayudó a saber más o menos las normas de las familias reales, en plan el tenedor para la comida, cosas que no debo decir, cosas que no debo hacer

—Es más información que estudiar Psicología Social—

—Calma, yo estaré contigo en todo momento, no te pasará nada—

Me dijo la futura soberana tomando mi mano, se apenó al instante, fue un intento fallido de ser valiente por parte de Regina pero antes que me suelte aproveché para apretar su mano más fuerte, lo que provocó que me mirara y yo la miré a ella, pasó no se cuanto tiempo, seguro minutos pero para mi parecieron horas, esos ojos negros tan profundo parece que ven tu alma, estoy a punto de caer por ese gran vacío cuando tres golpes en la puerta hicieron que nuestras miradas se cortaran

—¿Qué hacían tortolitas?—

Apareció un André pícaro mientras entraba en la habitación con su majestad

—Te odio—.Dijo Regina suspirando pesada para que el hombre solo riera y nos mirara sospechoso

—Chicas hay que comenzar a arreglarse, así que Gina marchando a tu cuarto yo ayudaré a Anna—

—Está bien madrina—

—Sé que te duele irte pero debes ir a arreglarte—

André por decir eso recibió un almohadaso en la cara para hacer el drama y tirarse al suelo mientras reía lo que hizo que todos rieramos, Gina me miró y sonrió levemente se paro y se inclino delante de la reina para salir de mi habitación de cuento de hadas

—Bien mi amor tu también vete—

—Voy a molestar a Gina—.Dijo riendo el hombre mientras se inclinaba y salía de la habitación

—Regina es una buena chica, pero después del accidente cambió—

La reina comenzó a hablar luego de unos segundo en silencio y yo solo quise escucharla, no sé por que pero algo me decía que no había nada más que decir, por lo menos de parte mía...

—Siempre tuvo ese carácter fuerte y reservado pero cuando ella de verdad lograba conocerte y tu pasabas su prueba de confianza, siempre te hacia reír, era de muy risa fácil y sobretodo contagiosa, a la noche luego de la cena nosotros nos sentabamos al rededor del piano del salón de baile y la escuchabamos cantar o nos poníamos a bailar si interpretaba algún vals, de vez en cuando su padre traía la guitarra y ella cantaba con su abuela y conmigo—

Hizo una pausa para depositar sobre la cama mi vestido, el cual había sacado del gran armario en la esquina de la habitación, la historia de Regina llama mucho la atención, no sé si sera por que soy yo muy curiosa pero creo que mucho se esconde tras de ella

—Pero desde ese accidente es como sí la Regina que conocíamos murió con ellos, bueno eso hasta que te conoció—

Me sonrió...

—¿Cómo?—.Le dije sorprendida

—Eres nueva en la preparatoria ¿Entraste este año verdad?—.Yo sólo asentí

—Regina me habla de ti desde que te vio entrar  en su salón de clases, me contó también cuando se sentía observada y la sorpresa que se llevó cuando te encontró viéndola más de una vez, me contó también lo felíz que estaba al saber que tú tenías su chaqueta después del baile—

—Mjestad yo...—

Tartamudee de los nvervios pero la reina me interrumpió

—Nisiquiera el teléfono pudo ocultar la felicidad de su voz cuándo me contó que la consolaste al verla llorar bajo el árbol del parque—

—Yo...—. Me volvió a interrumpir

—André y yo nos estamos haciendo viejos, después de todo el dolor que pasó siendo tan joven y bueno el dolor que sigue pasando, no le vendría mal ser felíz y creo que a ti tampoco Anna, sólo te pido que la cuides y que tengas paciencia con ella, ya que su corazón es de piedra pero sé que aún sigue latiendo—

Guardé silencio, eso significa que...

—¿No va a mandarme a la gillotina?—. Pregunté incrédula mientras me tocaba el cuello

—Se dejó de utilizar hace mucho Anna, me gusta ver a mi ahijada felíz es lo más grande para mí, además mis padres se levaban dieciséis años, la edad no importa—

Dijo La Reina Selene haciendo un gesto con su mano restandole importancia, yo sólo rei tranquila y le asenti con la cabeza para que la reina me devolviera el gesto, se paró y camino hasta la puerta pero se detuvo en el  humbral de ésta

—Ah, y Anna—

—¿Sí?—

—No está mal amar a alguien—

Curiosa CriaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora