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Ha pasado una semana desde que me enteré que mi alumna es una princesa de Rumania, ún no caigo, además que tampoco logro descifrar qué tienes que me das vueltas el mundo

Yo, por otro lado, estoy aquí en la parte trasera de la preparatoria, en un banco debajo de un hermoso árbol dibujando, creo que después de hablar, de ser curiosa y de ser psicóloga, el dibujo es una de mis pasiones

Sobretodo por lo que estoy dibujando...

Hace bastante tiempo que cada vez que agarro un lápiz y comienzo a hacer garabatos, las líneas terminan todas unidas formando tu rostro

—Soy muy bella—

Me giro a ver quien me hablaba y eras tu sentada al aldo mío

—Si eres herm...—. Casi pego un grito...

—No sabía que dibujabas—

—No sabía que te gustaba causar infartos a la gente—

Me toqué el pecho he intenté respirar profundo, tú solo me regalaste esa hermosa sonrisa que tanto me gusta

—Creo que sólo me gusta causarle infartos a usted—

—Ya me di cuenta—

—¿Soy yo?—

Tomaste mi libreta de dibujo, admiraste cada línea y cada sombreado con un sonrojo algo tenue pero la manera en la que brillaban tus ojos

Juro que no me lo olvidaré jamás

—Sí, eres tu, igual eres más linda en persona—

—Me encanta, la verdad, tiene muy buen gusto—. Te reiste y me guiñaste un ojo

—Bueno, si tanto te gusta—. Arranqué la hoja de la manera más prolija que tenía.—Te lo regalo—

—¿Es enserio?—

Ese brillo en los ojos y esa sonrisa son inolvidables

—Sí, es tuyo—

—Pero dedíquemelo así siempre recordaré quien me lo dio—

Tomé la hoja y me quedé pensando en qué escribir, quedaría raro que ponga un "Regina casate conmigo", y allá vamos de nuevo cerebro, qué tienes con el matrimonio?


"Te he dicho que lo has pensado tu"
                  Atte:Tu Cerebro


Maldito no te hecho porque te necesito para vivir, literalmente hablando

En fín no se que escribir

—Vamos, sólo dediquemelo como suele llamarme—

—Es que no te llamo de ninguna manera—. La mentira de mi vida

—Auch—. Fingiste dolor poniendo la mano en tu pecho

—Lo siento—. Sonreí

—Si yo la llamo bestiecilla, merezco también un apodo—

Lo pensé unos minutos, no puedo creer que de todos los nombres que pueden existir para un apodo ahora no se me ocurre nada

Bueno, nada excepto...

—¿Qué te parece, mi reina?—

Estás sonrojada y yo seguro que peor que peor

—Me encanta mi bestiecilla—

Curiosa CriaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora