—¿Quieres café?—
Preguntaste mientras yo me sentaba en el sillón de tu departamento, más que
departamento era una casa enorme, no llegaba a mansión pero si era bastante glamourosaAhora que más o menos he logrado asimilar que eres una princesa, me están comenzando a encajar varias cosas, me dijiste que tenías que mostrarme unas fotos por ello decidimos venir a tu casa y para otra vez saludar a Leopoldo
—Por favor—
En cinco segundos volviste de la cocina con dos tazas de café y te santaste en el sillón de enfrente al sofá en donde yo me encontraba, me pasaste la taza y apoyaste la tuya sobre la mesita que estaba en el medio de nosotras, ésta tenía unos cajoncitos, tu abriste uno y sacaste un álbum de fotos el cual me pasate
—Bien, te contaré mi historia y la de mi familia—
Yo abrí el álbum en la primer foto en blanco y negro, ya era vieja pero aún se conservaba con una gran nitidez
Se veía a un hombre y una mujer jóvenes, estos vestian ropas largas y de porte muy elegante estaban sentado en unos tronos enormes, en la pared del fondo se veía un escudo de armas pero no se diferenciaban sus dibujos
Ambos usaban dos coronas...
—Ellos son mis abuelos de parte de padre, mi abuelo Gorlois y mi abuela Halina, mi abuelo era Rumano y mi abuela Francesa al ellos dos casarce los reinos se unieron, actualmente nuestro reino domina una parte de Rumania y una parte en Francia—
Yo pasaba atenta y curiosa, aclaro que muy curiosa, a la siguiente página en donde se mostraba a la Reina sujetando a un bebé
—Él es mi padre, el príncipe Luka primogénito de la familia—
Pasé la página y ver a una niño de cuatro años más o menos parado al lado del trono en donde su madre estaba sentada con un bebé en brazos mientras un hombre alto estaba parado detrás del trono
—A los cuatro años nació mi madrina su segunda hija, ella es la actual reina, se llama Selene—
Cambié la hoja y vi la foto de un bebé llorando sobre la una gran cama
—Esa soy yo el día que... que mi padre me encontró—
Yo solo te miraba atenta, ahora entiendo a lo que se refería Elle, cuando decía que Regina era una cualquiera, que llego al poder por que la encontraron o incluso caundo la llamaba princesita
—Cuando mi padre cumplió los treinta se casó con mi madre, Lía, ella no era de sangre real de hecho mi padre la conoció en uno de los pueblos más peligrosos y pobres de Rumania, uno o dos días después de su boda, mi padre me encontró en el bosque cuando estaba de caza—
—Y nadie nunca...—
—No, nadie nunca preguntó, el príncipe soñaba con ser padre pero Lía no podía quedar embarazada por lo que me llevaron al castillo y me criaron—
Al pasar página vi una foto de el príncipe y Lía vestidos de novios y el príncipe te tenía en brazos sonriendo
—Desde que Lía llegara la familia todo cambió, a pesar de mis abuelos, padre y madrina haber nacido con poder y riquezas siempre se mantuvieron humildes, jamás alardearon sobre su poder o sobre sus bienes a los que no lo tenían, pero mi madre siempre quiso hacer sentir a todos inferiores, siempre se empeñaba en mostrarle a los que no eran de la realeza que no valían nada, incluso en nuestro castillo los sirvientes que trabajaban allí siempre comían en la misma mesa con nosotros, pero ella no quería ya que decía que eran inferiores—
Hablaste con la mirada seria mientras tomabas un poco de café, yo solo podía escuchar, estaba aún bastante impactada
—Mi abuela Halina, el mismo día que me encontraron hizo que me nombraran princesa, ya que ella decía que no fue causa de la suerte que mi padre diera conmigo—
Levanté la mano para preguntarte algo, soy bastante infantil lo sé pero no quería ser mal educada, tu sonreíste y asentíste dándome la palabra
—¿Se debe hacer una ceremonia? Creí que cuando ya nacías tenías el título—
—Se debe hacer una ceremonia, por que la persona puede renunciar al derecho al trono, mi abuela dijo que yo sería quién algun día reinaría por eso ella me nombro Regina—
—Reina en latín—
—Exacto, bueno cuando yo tenía seis mi abuela y mi padre murieron en un accidente de tráfico en sospechosas circunstancias, mi abuelo abatido por la trisiteza murió a los pocos meses, entonces mi madrina subió al trono junto a su esposo André mi padrino el Duque de Francia, creo que de todos Lía es la que más sufrió la muerte de mi padre, ya que él murió antes de que a ella la nombraran princesa, con su muerte ella perdió toda oportunidad de llegar al trono, yo era la excepción pero era muy pequeña así que un día solo se fue, quedamos mis padrinos y yo, ellos me criaron y cuando cumplí los doce me mandaron a estudiar aquí, pero en vacaciones siempre los visitaba y pasaba las fiestas con ellos—
—¿Y qué pasó con tu madre, Lía?—
—Ella contacto conmigo de nuevo cuando yo cumplí los diez, se había aliado con unos Barones los cuales le dieron fortuna y algo de poder para agrandar su ego, desde entonces solo me llama para ver que pasará con el trono y bueno, esa es mi historia—
—¿Y porqué Elle te odia?—
—Bueno, básicamente, porque mi familia rige sobre todas las familais reales, por lo que cuando Elle sea reina, igual quedará por debajo de mí—
—Ahora entiendo mucho—
—Creo que usted ya se habrá dado cuenta de cómo es Elle y las pestes que habla de mi y de mi familia—
—Si, lo he notado en un par de ocaciones, ahora tiene bastante sentido ¿Algunos de tus amigos sabe?—
—En la preparatoria sólo lo sabe el director, y bueno ahora usted, después nadie más sabe—
—De verdad me sorprende que me contaras todo a mi—
—¿Por qué?—
—Porque se nota que no te gusta hablar de ti—
Me sonreiste...
—Es una buena psicóloga, de igual forma su curiosidad no pararía hasta que le contara porque todo el mundo se inclinaba ante mí en esa fiesta, o me equivoco—
—Bueno, si yo soy buena psicóloga tu eres una exelente alumna—
—Agradecería que no hicieras caso de lo que te dice Elle de mí, soy consciente que tengo cara de pocos amigos pero no soy mala chica, desde que tengo memoria, lo único que he querido siempre es ver felices a las personas que me brindaron amor y un hogar—
Los ojos de la princesa se pusieron cristalinos, a nada de soltar miles de lágrimas...
—Tienes cara de pocos amigos—
—Lo sé, créame—
Me puse de pie, tú me copiaste la acción casi que al instante
—Pero Regina, tienes un corazón de oro como nadie más nunca tendrá, siempre pones el bienestar de los demás por sobre el tuyo, no importa lo que Elle me diga de ti o de tu familia, sé que es mentira porque tengo el placer de conocerte, pero por sobretodo, tengo el placer de ver esa hermosa sonrisa que tienes y que a muy pocas personas concedes el honor de mostrarsela—
Estás roja, se te cayó una lágrima pero me regalaste una sonrisa hermosa
—Gracias Anna—
—Un placer mi Reina—
Besé tu frente
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Curiosa Criatura
Teen FictionYo sólo tenía que ir a cumplir mis horas de clase... Ellos debían ser los curiosos que pregunten y quieran saber a toda costa los detalles de mi vida... No tenía que ser yo la curiosa... No tenía que ser yo la que quisiera saber todos los detalles d...