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Estoy muy feliz, hoy cumplimos un mes de noviazgo con Regina

Quiero regalarle algo muy especial pero no sé qué, bueno tamopco es que tengo muchas opciones para ser honesta, ella me ha llamado para vernos en el parque cerca de la preparatoria, la estoy esperando, me pregunto porqué estará tardando

—Buen día, bestiecilla—

Esa voz ésta en la espalda de la banca en donde estoy sentada, pero no es Regina, más bien una mujer rubia, con lentes de sol se sentó al lado mío, está vestida muy elegante y tiene una sonrisa muy cínica en sus labios

—¿Quién es usted y por qué me lleva siguiendo hace casi un mes?—. Ella soltó una carcajada

—Regina tenía razón, eres muy curiosa—

—¿Quién es usted?—

—Me llamo Lía—

—Regina está por llegar señora—

—No querida, un amigo mío la está distrayendo—

—¿Qué quiere usted de mi?—

—Una mujer que va al punto, me agradas Anna, bueno yo quiero muchas cosas pero hay una que quiero mucho más que las demás—

Lo confirmo, no me cae nada bien ésta mujer y mira que soy muy sociable, pero no me simpatiza nada, nadín, nadita

—Quiero ser reina y creo que tu me puedes ayudar—

—No—

—Corrijo, tú me vas a ayudar—

—¿Qué le hace creer que lo haré?—

—Harías cualquier cosa para que Regina y sus malditos padrinos estén sin ningún rasguño—

—No puede...—

—He vivido muchos años en las sombras, puedo hacer cualquier cosa linda bestia—

Esto no acabará bien...

—Regina es muy fuerte y no solo hablando de la manera física sino también emocional, pero sus padrinos y ahora tú son su gran debilidad—

—No lo haga, no vale la pena—

—Créeme, vale toda la pena del mundo, Regina asumirá en dos meses, tiempo suficiente para que la tristeza la consuma—

—No haré nada para lastimarla—

—O sí que lo harás, de lo contrario la voy a lastimar yo y te puedo asegurar que no será de manera psicológica su sufrimiento—

—¿Por qué hace esto? Es su hija de quién estamos hablando—

—Es la hija de la perra de Selene, ella nunca fue mi hija y nunca lo será—

Su tono de voz aunque fue casi a gritos sonaba triste, como si hubiese algo más grande oculto tras esa máscara de mujer poderosa que todo lo tiene

Su teléfono sonó entre los bolsillos de su gran tapado

—Daré una fiesta ésta noche, Regina dijo que irá contigo, hablaremos bien allí, disfruta de tu día bestiecilla—

Se puso de pie y me sonrió quitándose los lentes dejando a la vista unos sombríos ojos negros

—Por cierto, si no vas, creo que Regina podría tener un accidente mientras conduce—

Tan pronto como llegó se fue por los arbustos de la parte de atrás del parque

Sinto que nada bueno pasará ésta noche

...

—¡Mami para!—

Estaba tan metida en la historia que olvidé por completo dónde nos encontrábamos y también olvidé por completo que mi pequeña estaba escuchándome contarla

—¿Qué ocurre cielo?—

—Esto no va a terminar bien mamá, tengo miedo, no me cuentes mas—

—¿Estás segura?—

—Sí, sigamos decorando—

Cerré el libro, pero antes que nada lo marqué en la página que me quedé, ya falta poco para terminarlo, estuvimos unos veinte minutos sentadas disfrutando de la historia y de las quejas de mi hija por algunos capítulos tan cortos, es que es un diario no un libro de cuentos, por ello los capítulos son del largo de las situaciones

Seguimos decorando animadamente, por lo menos yo no puedo parar de sonreír, mi niña aún no lo ha notado, o bueno quizás si se dio cuenta pero no me lo quiere decir para hacerse la interesante, quizás sea la segunda opción pero a mi me da ilusión pensar que está tan metida en la historia que no ha notado el pequeño detalle

Terminamos de inflar los globos de colores y también terminamos de hacer los arreglos con ellos, está quedando precioso, yo estoy preparando ahora la comida, no pienso cocinar mucho porque no somos muchas personas

—Mami—

—¿Qué ocurre cielo?—

—¿Puedes contarme más?—

—Pero dijiste que no querías saber—

—No puedo soportarlo mami, para bien o para mal quiero saber cómo termina—

Caminé hasta el sillón y traje conmigo el libro dejándolo cómodamente en la mesa de la cocina

—Nos quedamos en, la noche de la fiesta—

Curiosa CriaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora