~26~

3.4K 275 22
                                    

—Voy a mojarlo todo, estoy empapada—

—Tranquila cielo el agua nunca mató a nadie, sólo espérame aquí que traeré un trapo para que no resbales—

—Ok, yo...—

Miraste a un punto fijo de mi sala y saliste corriendo para el sofá con los ojos iluminados, como si fuera el cumpleaños sorpresa de alguien

—¡Es un cachorrito gordito!—

Comenzaste a acariciar a Leopoldo, mi Bulldog Inglés el cual es apenas un chachorrito gordito y bello, lo tengo hace muy poco quizás menos de un mes, es el amor de mi vida y créeme que esta vez si estoy segura de ello

—Se llama Leopoldo—. En ese momento recordé que estás empapada.—Ten cuidado Regina no quiero que te resbales—

—Lo siento...entré sin permiso, es que...los perritos me pueden—

Está tartamudeando, más tierna imposible...

—Creo que también le has caído bien—

Al ver la colita de mi perrito ir de un lado a otro y saltar de un lado a otro, bueno más bien caerse de un lado a otro, mientras ladraba me di cuenta que se enamoró de Regina, mientras ellos se quedaron conociendose yo fui por unas toallas

—Pero que cosita más hermosa—

—Creo que se ha enamorado de ti—

Te tendí la toalla y puse una en el piso, juro que como te caigas me mato...

—Descuide, no me voy a caer—

—¿Tengo cara de asustada?—

—Más bien tiene cara de leopardesa enojada a saltar por una de sus crías en peligro—

Nadie pensaría que tienes una imaginación muy fugaz...

—Los siento de igual forma, acompañame al baño así te puedes cambiar la ropa—

—No es necesario profesora, ya le he causado muchas molestias—

—Molestias nada, anda ven, vamos al baño—

—Sólo si deja de estar en posición de ataque, me está asustando—

Gracias a tu risa yo me pude dar cuenta de lo tensionados que estabana mis músculos, si llegas a resbalar salto y te atrapo, no te dejaré caer, está cada movimiento fríamente calculado

—Lo siento, no quiero que te lastimes, mi piso está encerado—

—¿Puedo tomarla de la mano?—

Me súper descolocó esa pregunta, no me la vi venir...

—Claro...—

Me dió una descarga en la columna, el sentir nuestras manos juntas, y pareciera que a ti también ya que te dió un chucho, pudo haber sido por ello o por que tienes frío ya que estás toda mojada por la lluvia fría, pero a mi me hace ilusión pensar que fue por la unión de nuestras manos

—Ahora usted puede estar más tranquila—

—Gracias—

Te sonreí y te llevé con cuidado al baño, Leopoldo nos siguió, ladrando y meneando su colita como todo enamorado perdido

—Bien, esperame aquí que voy por ropa—

Me dolió soltar tu mano...

—Tómese su tiempo, élme va a cuidar para que no caiga ¿Verdad cosita hermosa?-

Quiero una maldita cámara de fotos en mis manos en este preciso momento...

—¿Por qué me observa tanto? Incluso en horas de clase, al principio creí que era solo mi imaginación pero después me di cuenta que me observa continuamente—

Mierda no creí que era tan evidente, luego de que te cambiaras, nos preparé un café para que me contarás bien que pasó con el idiota de mi marido, mientras tu acariciabas a Leopoldo que estaba en tu regazo, desde que te vio no te soltó

Lo confirmo, se ha enamorado de ti...

—Es que nunca vi un animal tan entregado a alguien—

Mentí y lo peor de todo es que tú sabes perfectamente que miento, tus ojo me lo dicen pero como eres muy educada, sólo asentiste...

—Es muy tierno ¿Lo adoptó?—

—Sí quería uno hace mucho, vi una publicación en internet de adopción así que fui y bueno me enamoré de él—

—Imagino que sí, es una preciosura—

—¿Tú tienes mascotas?—

—Aquí no—

—¿Dónde tienes?—

—En mi casa en Rumania—

—Nunca me terminaste de contar eso ¿Tú has nacido allá?—

—Sí señora curiosa, nací en una ciudad a las afueras de la capital Rumana—

—Eso es genial—

—No es tan genial como esta hermosura—

Pareciera ser que el mimoso de mi Leopoldo notó que el halago de Regina era para el ya que empezó a ladrar y caerse o saltar en tus piernas mientras movía su colita

—Ya entendimos que te has enamorado Leopoldo—

—Gracias cosita hermosa, yo también me enamoré de ti—

—Regina—

Esto lo estoy haciendo por loca...

Te llamé y justo levantaste la vista sonriendo como niña pequeña mientras acunabas al perrito en tus brazos, para mi gran suerte los planetas estaban alineados y pude tomarte una foto con mi teléfono

En dónde simplemente estás hermosa

—¡Hey no! Salgo muy fea en fotos—

Estás sonrojada, no te esperaste esa foto...

—Pero qué dices, si eres hermosa—

Mierda ahora la sonrojada soy yo...

—Gracias profesora, usted tampoco se queda atrás—

Nos quedamos sonriendo y mirando como tontas, ninguna de las dos sabía que decir o hacer...

Hasta que mi celular sonó...

—Creo que yo debería irme—

—No te preocupes por el Regina, es un idiota por haberte dicho lo que sea que te haya dicho—

—Pero, en cierto modo me siento culpable, interferí de una manera inconsciente en su matrimonio—

—No seas tonta cielo, nuestro matrionio ya lleva muchos problemas desde hace mucho tiempo—

—¿Podría...venir otra vez?—

Ok, me sorprendí demasiado por esa petición y también me dejó demasiado felíz, ahora veo porque te habías quedado en silencio mirando indecisa a Leopoldo

—Ya sabe... para ver a esta preciosura—

Ese sonrojo me puede...

—Claro que si Regina, cuando quieras—

Otra vez esa sonrisa genuina que tanto me gusta...

Curiosa CriaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora