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—Haré la fiesta de patinaje quieras o no Princesita—

—No te llamé para hablar de eso Zanahoria y después de todo soy la Reina que rige sobre todas las familias reales no lo harás sin mi permiso—

La pelirroja le sacó la lengua a Regina a través de la pantalla del computador

—Elle—

Me tuve que meter yo de lo contrario no llegarían a un acuerdo

—¿Anni, cómo estás? ¿Ya acaso no soportas más a la princesita?—

Regina estaba por hablar si contesta no llegaremos a ningún lado así que tomé su cabeza acunandola en mi pecho mientras le tapaba la boca con mi mano

—Quiero, bueno queremos pedirte algo Elle y nos gustaría que estuvieras presente para ello—

—Ya salgo para allá, esperenme—

—Está bien, gracias Elle—

Después de sonreírme, colgó la llamada para que yo pueda soltar la boca de Regina la cual me miró seria

—No me pongas esa cara—

Besé su frente y fui hacía la cuna de Amira, ha pasado casi una semana, André fue el mejor por lo que gracias a sus curaciones ambulatorias cuando fui al hospital no tuve que quedarme, sólo revisaron los signos vitales de Amira y le pusieron las vacunas a demás de registrarla, Amira Duvall de la casa Anullkianova, estoy tan enamorada Dios que nadie me despierte de éste sueño nunca

—Sigue siendo muy pequeñita—

Me muero de ternura Dios ayuda

Regina tomó se nuevo la mano de la pequeña quien apretó su dedo como siempre desde que nació

—Cárgala—

Desde que la tuve Regina no ha querido cargarla ni una sola vez, nisiquiera estando en la cama, admito que no me sorprende se nota que nunca ha tenido a un bebe cerca por lo que es normal el miedo a cargarla siendo Amira tan pequeña

—No...—

—¿Por qué?—

—Por que se puede caer—

—No dejarás que nada le haga daño—

—Dije lo mismo por ti y pasó lo que pasó—.Suspiré, por más que lo intento Regina lo logra olvidar lo que pasó con Marcos

—Regina, yo estaba sufriendo mucho y no sólo físicamente hablando, pero tu me salvaste—

Tomé su rostro y la besé

—Me trajiste aquí para que trataran mis heridas—

La bese otra vez

—Te casaste conmigo—

Otro beso

—Te entregaste a mi completamente—

Le di un beso largo, con el mayor sentimiento que podía transmitirle, mi Reina se aferró a mi cintura y atrajo mi cuerpo lo más cerca que pudo

—Eres la mejor esposa que alguien pueda pedir y serás la mejor madre—

Nos abrazamos

Amo tenerla entre mis brazos, poco a poco se fue calmando hasta que me separe para cargar a nuestra hija

—No la dejarás caer, mi Reina también eres su madre

Lo dudó unos segundos, suspiró y se acercó a mí, mirando mis brazos copió la posición en la que estaban y muy despacio cargó a Amira teniendo bastante miedo pero ya cuando la tuvo en brazos y la pequeña le sonrió sus ojos se iluminaron a demás de su sonrisa deslumbrar

Curiosa CriaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora