Estoy sobre algo suave y acolchonado...Estoy comenzando a despertar, no me digas que me quedé dormida, Regina y yo estabamos abrazadas y me dormí, soy una idiota arruiné el momento, estoy muy cómoda pero algo me está inquietando un poco, estoy sintiendo una mano en uno de mis pechos
Abro mis ojos notando que estoy dormida sobre ti, mientras que tu mano me está oprimiendo el pecho izquierdo...
—Regina—
Te ves muy hermosa mientras duermes, no voy a negarlo, pero si sigues comprimiendo mi pecho así voy a terminar gemiendo y eso sí que será incómodo
—Cinco minutos más—
Dijiste adormilada poniendote de costado llevándome contigo, ahora estamos en una posición mucho peor, tu brazo izquierdo me abraza por el lado del sofá dejando tu mano agarrandome un glúteo y tu otra mano, la derecha, me está oprimiendo el pecho izquierdo otra vez
¡¿Cuándo esto se volvió una escena de peli porno?!
Dios mío dame una mano...
—Regina...despierta—
Y en lo posible deja de masajearme el pecho y el trasero...
Abriste los ojos y apuesto mi cabeza a que no esperabas verme sonrojada mordiendome el labio para no gemir y por sobretodo no esperabas ver tus manos en esos lugares
—¡Ah perdón!—
Gritaste muy sorprendida cayendo del sofá...
Yo solo cuando sentí tus manos fuera de mi pude soltar el aire que contenía...
—¿Estás bien?—
—Sí, ah mi cabeza, buen dia Leopoldo—
Saludaste a mi perrito mientras te sobabas la cabeza por el golpe, yo me levanté y te ayude a ponerte en pie
—¿Estás bien, segura?—
—Si estoy bien, no se preocupe ¿Qué hora es?—
Si el reloj no me miente son pasadas de las dos de la tarde de un Martes, no me jodas, dormimos toda la mañana y parte de la tarde, después de lo que pasó ella realmente cumplió con lo que me dijo...
Se quedó conmigo...
De todas formas estaba encima de ella, no se podría ir aunque quisiera, y odio admitirlo pero esta vez mi cerebro tiene plena razón
—¿Cómo está tu rostro?—
—Bello—. Su sonrisa de altanería me puede
—No lo niego pero te duele o algo, no veo que este morado—
—Descuide, me vivo lastimando, mi piel es bastate fuerte por lo que cicatrizo muy rápido además de que no me salen hematomas—
¡Ah Dios mio! Hasta parece superhéroe...
—Creo que no llegamos a clases—
—Lo siento mucho profesora, hice que faltara a su clase—
—Yo lo siento por hacer que faltaras a la tuya—
Nos reímos mientras tú jugabas con Leopoldo
—¿Quieres quedarte a almorzar?—
—No quiero causarle más molestias—
—Molestias nada ¿Qué quieres comer?—
Pusiste tu tan característica cara de duda mientras mirabas a Leopoldo, me gusta el hecho de ese sutil gesto que tienes cuando estás pensando en algo, surge en ti de una manera inconsciente y yo lo encuentro simplemente encantador
—Pasta—
Sonreiste como niña pequeña mientras reías...
Yo me dirigí a la cocina felíz, no sé por qué, pero felíz, al segundo tu y Leopoldo ya estaban sentados en la mesa jugando y riendo, creo que en toda mi vida nunca le puse tanto empeño a unos Spaghetti con salsa blanca como lo estoy haciendo ahora
—¡Profe, mire esto!—
Nunca pensé que serías de carácter tan risueño, me siento tan feliz de tener el honor de ver esa faceta tuya...
—Sentado—
Leopoldo se sentó y yo empecé a reír, son muy tiernos...
—Muertito—
Se acosto boca arriba con la pancita arriba, saltó y ladró en respuesta a mis aplausos y los de Regina
—Eres la mejor Regina—
—Mentira, ésta cosita hermosa lo es ¿Profe no tiene algun premio para el?—
—Ve al refrigerador, en la puerta está su paquete de alimento—
Sacaste su alimento y le diste su premio a la mejor mascota del mundo, no sé si solo soy yo pero esto se siente tan cliche y al mismo tiempo se siente tan bien...
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Curiosa Criatura
Teen FictionYo sólo tenía que ir a cumplir mis horas de clase... Ellos debían ser los curiosos que pregunten y quieran saber a toda costa los detalles de mi vida... No tenía que ser yo la curiosa... No tenía que ser yo la que quisiera saber todos los detalles d...