Curiosa Criatura

~35~

—¿Qué hace ella aquí?—

Habló la pelirroja furisosa con su madre, Regina había de una manera magistral salido al balcón de la mansión y estaba mirando las estrellas mientras Elle estaba pasando por una frustración muy grandre

—Sabías perfectamente que alguien de la casa Anullkianova vendría—

—Dijiste que vendría la Reina—

—No ha podido venir, está en una reunión—

—Para ver cuanto tiempo la internan por loca—

—Baja la voz Elisabeth, sabes perfectamente que su familia gobierna sobre todos, no armes un escándalo innecesario—

Yo sólo podía mirar en dirección al balcón, tengo que hablar con Regina, pero no sé que hacer ni tampoco sé que decirle

Me cago en todo, viene hacia acá...

Me di vuelta y me aleje un poco como para que no me viera pero aún así estaba cerca para poder escuchar

—Princesa Elle por favor no armes un alboroto, si te sirve de consuelo, yo tampoco quería aruinarte la fiesta—

—Majestad no diga eso, mi hija solo está cansada, es un placer que éste aquí ¿Verdad Elle?—. El Rey habló con cara de pocos amigos

—No se preocupe Rey Edmundo, el poco afecto es mutuo, pero no he entrado para fastidiar aún más a la princesa, viene a buscar a alguien—.Te acercaste a mi y tomaste mi mano.—Con permiso me retiro al jardín—

Mientras salíamos al enorme jardín por la gran puerta trasera escuché como Elle me llamaba y le decía a sus padres que Regina era una maldita cualqueira

Pero la pelinegra ni se inmutó

—Supongo que una disculpa sería muy poco ahora—

Me dijiste ya bastente lejos de las personas chismosas que puedan escuchar la conversación de la persona más importante del lugar con una don nadie como yo

—¿Disculpa, por qué?—

—Bueno me hubiese gustado que se enterara de esto por mi y no por la Zanahoria—

—Estoy bastante sorprendida, para serte honesta—

—Y la verda no la culpo, sabía que la zanahoria de una forma u otra querría que se enterara de esto—

—¿Por qué?—

—Por que me odia básicamente—

—¿Y por qué lo haría?—

—Una larga historia—

Imité tu cara de duda y tú me miraste con una sonrisa

—Quiero que me cuentes tu historia, si se puede—. Ambas nos reímos

—Es bastante largo, así que ¿Qué le parece un café?—

—Me gusta la idea pero que sea en mi casa, Leopoldo ya te extraña—

—Yo también extraño a la cosita hermosa ¿Vamos?—

—Vamos—

Regina fue a despedirse de todos, excusandose por asuntos personales, obviamente nadie dijo nada al respecto y bueno a Elle casi le dio un ataque pero me fui con Regina y ya en su auto pude soltar el aire contenido

—Vamos le prometí una historia—

—Andando mi reina—. Sonreiste con algo de rojo en las mejillas

—Yo soy princesa, no soy reina—

—Créame, eres una reina, con todas las letras—

Adoro esa sonrisa radiante y a la vez superior