Tres mil novecientos dólares. Cuatro millones y medio de won. Unos tres mil quinientos euros y no sé qué moneda usarán en Samoa pero apuesto a que son otros miles de allí también.
¿Acaso es Harvard? Si es que van a enseñarles a dar putas vueltas y saltos, madre mía.
Los autos cruzando la avenida hacen bambolear el bajo de mi vestido largo y fijo la vista en mis zapatillas, solo para que mi entrecejo fruncido y abstraído no sea capaz de ofender a nadie.
Le dije a Judie que yo me encargaría, pero sinceramente no sé cómo voy hacer esto. Descontando mis ahorros debería conseguir unos mil quinientos más y, oh si, la fecha de cierre de matrículas es en Septiembre, lo que me deja unos míseros dos meses. Contando con la palabra del guapo de Jeon Jungkook, es decir el cincuenta porciento de las ventas, deberíamos estar haciendo una ganancia de tres mil dólares en sesenta días.
Con ese bar.
Cuando una risa ácida se escapa de mi boca y un par de personas pechan mis hombros a destiempo, me doy cuenta que la luz está en verde y yo obstruyendo el camino.
Entonces cruzo la avenida, esa que parece el final de una escenografía de parques y edificios altos; a partir de la acera de enfrente los comercios son pequeños, las calles más angostas y las caras menos amigables. Y a pesar de que varias veces aparece en mi cabeza la pregunta "¿En que te has metido Lucy?", nada tiene que ver esa cuestión con este lado de la ciudad. Lo cierto es que ayer al irme de aquí me sentía más positiva, pero la reunión en la escuela de danza ha calado en mis ánimos poco a poco, en cada paso que di al salir de aquel sitio.
Para cuando llego a la puerta de hierro, estoy enormemente indecisa de que este bar sea la solución a mi problema como he llegado a creer, mi boleto a cumplir la promesa que -internamente- le hice a mi hermana.
El ajuste de mis dedos en el pestillo herrumbroso es como una presión a mi misma para decidir de una vez, si cruzo esta puerta o huyo de aquí para siempre.
Rendirse o dar batalla.
Alzó la cabeza hacia la fachada del lugar. ¿Estoy buscando una pista en una pared de piedra?
Esto será como ir a la guerra con palillos. Qué pereza.
Por unos segundos más afirmo mis dedos allí, y entonces cuando la respuesta me parece obvia, desciendo de a poco la vista.
La puerta se abre de golpe, el perfil de hierro impacta en mi frente y nariz.
—¡Mierda! —escucho su voz gruesa, aunque no puedo verlo porque he cerrado los ojos a causa del dolor. Mis manos se aferran a mi rostro; por no seguir el impulso de revolcarme en el suelo termino hincándome en el lugar y lo único que logro soltar cuando abro la boca es un gemido de agonía. ¡¿Qué mierda acaba de pasar?! Un estruendo le sigue a mi confusión, y para terminar, dos manos sobre las mías—. ¡Joder! ¡Déjame verte!
ESTÁS LEYENDO
Allies ✦ Jeon Jungkook
Fanfiction«Algunos temen no alcanzar sus sueños; otros, simplemente... estamos aterrados por carecer de uno.» ~Out of Way [2] Heterosexual Contenido adulto Mis cariños: ♥️