Cierro despacio la puerta, luego de tantas reverencias de disculpas que comienza a dolerme la espalda. Un profundo suspiro hace que se me afloje el cuerpo que llevaba como un poste. Ha sido como volver al insti, la oficina del director será mi pesadilla por siempre.
En resumen: Jungwoo se ha tomado de puños con un chaval de último. Estoy algo orgulloso, la verdad, e increíblemente preocupado.
Porque la riña más grande en que vi participar a mi hermano fue aquel eterno silencio que me aplico cuando yo tenía unos trece años, y él seis. Dejo de hablarme por once días, llevé la cuenta. Ocurrió luego de que usara su peluche favorito para ocultar las evidencias de una Coca Cola derramada en el mueble nuevo de mamá. Once días de silencio puro; la verdad, hubiera preferido que me partiera la cara.
Pero la violencia no es lo suyo. Es centrado, astuto, sereno. Posee el antónimo de todos mis defectos, y definitivamente, esto es algo que él no haría en sus cabales. Al menos no el Jungwoo que yo conozco.
Por eso es que voy dispuesto a preguntarle qué le sucede, además de lo evidente, quisiera que fuera capaz de abrirse conmigo, aunque sea un poco; tal vez así los dos seríamos menos miserables.
Escucho las voces fuera cuando me acerco a la puerta, y aunque no entiendo qué dicen, identifico de inmediato el tono de Lucy. Por un momento mis dedos descansan en el pestillo y la envidia me invade medio cuerpo, porque aunque no alcancé a oír la charla, están teniendo una.
—¿Qué hay de Lucy? —pregunta mi hermano.
—Ah, joder, se me ha olvidado mentir más temprano.
No tengo ni puta idea de qué hablan pero Jungwoo carcajea frente a sus palabras. El sonido me llena el pecho de una tranquilidad lejana, y aunque vaya de espaldas, la imagen de sus ojos pequeños se pinta en mi cabeza. Quiero reírme con ellos, aún sin enterarme de nada.
La mirada de Lucy me encuentra sobre el hombro de Jungwoo. Tengo la sensación de que sus ojos absorbentes se ven más cálidos que nunca. Tal vez sea porque me sonríe suave, sin dejo de esa picardía y leve maldad con que suele hacerlo; ahora, lo hace con terneza, y por un segundo, olvido a qué venía. Pero el sentimiento de condescendencia dura lo que mi hermano en girar su cabeza.
De golpe se pone de pie tomando su mochila al cruzar nuestras miradas. Sus hombros tensos y sus ojos ofensivos, muy diferente a los que su carcajada baja había dibujado en mi mente.
—¿Cómo estás? —pregunto dando un paso. Mis dedos extendiéndose de inmediato a su rostro para analizar sus heridas. Pero como ha hecho conmigo las últimas semanas, esquiva mi mano, que cae rendida a la vez que suspiro—. ¿Qué ha pasado, Jungwoo?
—Da igual. —dice firme, y guarda las manos en sus bolsillos.
—Y una mierda. Tú no eres así, ¿por qué... ?
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Allies ✦ Jeon Jungkook
Fanfiction«Algunos temen no alcanzar sus sueños; otros, simplemente... estamos aterrados por carecer de uno.» ~Out of Way [2] Heterosexual Contenido adulto Mis cariños: ♥️