—¡No, espera! —digo dando un tonto salto de emoción y caminando un paso delante de él. Jungkook sonríe elevando las cejas en expectación. La brisa nocturna me golpea la nuca y de pronto me doy cuenta que cierta corriente enérgica y voluble me recorre. No es que sea feliz de repente, aunque las cervezas ayuden a la confusión; es, más bien, como si comenzara a respirar, como si mis manos que cubrían con fuerza mi boca la hubieran soltado de golpe, con todo lo que ello conlleva—. ¡Ya sé cual es mi puesto uno en ridiculez! —incluido esa clase de consecuencias.
Él se detiene en medio del callejón por lo que termino imitándole, y aún con las manos en los bolsillos de sus vaqueros, me observa con una sonrisa ladeada y ojos embebidos. Lleva algo en su rostro desde que salimos del Dollhouse, y no sé qué será, pero seguro esa cabeza suya mastica una idea porque no se ha lanzado en busca de exponer mi ridículo yo, como solemos hacer, a pesar de que yo misma lo he estado reluciendo desde hace un rato. Tal vez justamente por eso, porque he soltado mi boca, es que en mi garganta burbujean las ganas de decirle que me doy cuenta; que me vuelto capaz de distinguir cuando sus chispeantes ojos negros no tiene destello alguno.
Termino, en su lugar, dando un paso más cerca de él. Creo que quiero decirle algunas cosas más, ahora que le observo mientras entrecierra con un dejo de burla sus ojos, y acerca su rostro a mí. Tal vez lo guapo que va, o lo bien que me sienta su compañía, siempre. Que las farolas de este sitio trabajan de maravilla al reflejar con sus mechones chocolate rebeldes. Que ha logrado apagar el sollozo de mi madre en mi cabeza y que, si me invitara a bailar aquí y ahora, no me negaría. Ni siquiera a Britney.
La verdad es también, que a pesar de la emoción, esta sensación me aturde un poco. Aunque eso no podría decirlo, porque ni siquiera logro descubrir el porqué.
Jungkook es como mi montaña rusa personal, me he subido encantada y aquí estoy, arrepintiéndome en cada cornisa.
—¿Y? ¿Cuál es?
—¿Eh?
Se ríe, con ese bajito rugir de su garganta que le acompaña elevando apenas sus hombros.
—Tu puesto uno en ridiculez. Eh.. no puedes dejarme sin el podio, te he dado el mío. —cuando me sobrepongo a la confusión y vuelvo a la charla, mis mejillas explotan en una risa instantánea y qué vergüenza, porque hasta debo evitar que mi saliva vuele un poco al recordar lo que acaba de contarme—. Ajá, vas a continuar.
Muerde su labio y termina chasqueando su lengua como rendido mientras yo me sobrepongo.
—Lo siento, es que no puedo dejar de imaginar al Gukie de diez años con su corazón destrozado por ser rechazado por una señora de la tercera edad.
—¿Te parece gracioso? Monstruo.
—Bueno, si. Pero es que en serio, ¿qué esperabas? ¿Que dijera que sí? ¿Tendrían bebés ancianos rollo Benjamin Botton?
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Allies ✦ Jeon Jungkook
Fanfiction«Algunos temen no alcanzar sus sueños; otros, simplemente... estamos aterrados por carecer de uno.» ~Out of Way [2] Heterosexual Contenido adulto Mis cariños: ♥️