3. Te encontré por casualidad

1.7K 112 35
                                    

Villamil

Me desperté temprano por el olor a comida que provenía de la cocina. Una de las ventajas de vivir con mis padres era que me cocinaban comida muy rica, había pensado mucho en irme a vivir solo pero ya que era poco el tiempo que realmente pasaba en Bogotá, no había concretado nada. Hoy quedamos de reunirnos en la tarde con Isaza y los Vargas, teníamos unas ideas interesantes que queríamos probar, ya me habían advertido de no llegar tarde, y sinceramente veía poco probable volver a ver a Mariana así que eso no pasaría. Sabía que trabajaba en la universidad haciendo clases pero no tenía su horario ni mucho menos su apellido para buscarla. Luego de tomar un gran desayuno preparado por mí madre, salí a dar una vuelta, puse mi banjo y mi guitarra en el maletero del auto, no quería retrasarme y tener que volver a buscarlos. No sabía bien a dónde iba pero inconscientemente acabe frente a la universidad donde estaba Mariana, me sentía un tanto acosador pero enserio quería verla y poder conocerla más. Me estacioné un poco alejado, cómo si ella fuera a descubrirme, lo cual era poco probable, el sitio era enorme y habían muchas personas. Me baje y caminé por los pasillos, hace mucho que no venía por aquí, desde que Morat había tenido éxito, se volvía cada vez más difícil poder continuar con mis clases y no encontraba la manera de terminar ya que todo era muy incierto. Me dirigí hacia el departamento del lenguas, ya que estaba aquí podría pasar a saludar a Martina, debía lucir sospechoso ya que una de las secretarias me miraba interrogante hasta que me habló.

¿Joven, necesitas algo? - preguntó cordialmente.

S.si - dude un poco - estoy buscando a la profesora Mariana, no recuerdo el apellido.

¿Que clase imparte? - dijo buscando en su computadora.

Literatura, necesito hacerle unas consultas por un proyecto y no sé dónde encontrarla - mentí.

Déjame ver...- escribió en su computadora mientras buscaba lo que supongo sería su horario, me sentía muy nervioso, observaba para todos lados por el miedo a que me descubrieran - efectivamente la Srta Torres imparte la clase de literatura inicial, ahora mismo se encuentra en clases pero puedes esperarla, su clase termina a las 4.

¿Será posible que me diga la sala? - pregunté nervioso - así puedo esperarla a la salida.

Es la sala 630, en el edificio nuevo - dijo seria.

Muchas gracias - salí casi corriendo, aún faltaban diez minutos para las cuatro pero me quedé sentado en la escalera frente a la sala.

Mientras pasaban lentamente los minutos, mis ansias aumentaban y mi seguridad decaía, no sabía cómo se lo iba a tomar, ¿Y si se molestaba? O ¿Se sentía acosada?, El pánico me invadió pero no tuve tiempo de arrepentirme ya que los estudiantes comenzaban a salir, me aleje un poco, quería que nuestro encuentro fuera "coincidencia". A lo lejos la ví salir con algunos libros y carpetas en las manos, se veía hermosa, un poco formal y más arreglada que la última vez, pero igual de hermosa. Me acerqué de manera "distraída", mirando a la nada en mi teléfono.

Juan Pablo! - levanté la mirada, ella sonreía y se acercó aún más.

Hola - sonreí.

¿Que haces por aquí? Me estás siguiendo? - bromeó.

Para nada - reí - vine a entregar unos documentos, pensé que podía encontrarte por aquí pero no sabía si tenías clases.

Si, acabo de terminar - dijo en un pesado suspiro.

¿No disfrutas tu trabajo? - pregunté.

Al contrario, me encanta pero odio levantarme temprano y muero de hambre - se quejó.

Soñarse De A Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora