Villamil
Me sentía sofocado por el calor que había dentro de la carpa, abrí mis ojos a duras penas, me destapé un poco y me quité la camiseta. A mí lado estaba Mariana dormida muy pegada a mí y del otro lado mi mejor amigo con la boca semi abierta. Le dí un codazo para despertarlo y luego de varios intentos lo hizo. Me miró mal e intento volver a dormir.
Despierta — dije golpeándolo nuevamente.
¿Puedes ser un poco más suave para despertarme? —me pidió abriendo su ojos — ¿por qué estás sin camiseta?
Muero de calor — dije obvio.
Espero no hayan echo nada mientras dormía —dijo en tono acusador.
Solo por respeto a ella — repliqué.
Sentí que Mariana se despertaba y me acerque para darle un beso en la frente, me sonrió adormilada y me devolvió el beso pero en los labios.
¿Por qué a mí no me despiertas con besitos? — preguntó Isaza indignado.
No finjas Isaza, ya sé que se besaron cuando yo estaba durmiendo — bromeó Mariana.
Nos quedamos hablando por un rato hasta que sentimos que el menor de los Vargas se había despertado. Salimos de la carpa para preparar algo de desayuno para que todos comieramos. Martín y Carla nos quedaron mirando extrañados.
¿Durmieron los tres juntos? — preguntó Martín.
Mejor no preguntes — lo cortó Isaza.
Espero no hayan hecho cosas raras — inquirió Carla.
Dejen de hablar y comamos algo por favor — interrumpí.
Preparamos café y sacamos algunos pasteles que habíamos traído. Mariana hizo una mueca y fue hasta sus cosas, la miré sin entender esperando a que volviera y con una sonrisa me dijo que prefería tomar té. Poco a poco el resto de los chicos se levantaron, a excepción de Simón que fue el último en revivir. Luego de un rico y contundente desayuno se nos ocurrió realizar una excursión, la cual tenía como objetivo llegar a un lago que estaba cerca. Tomamos las cosas que necesitábamos e iniciamos el camino. Llevábamos quince minutos caminando cuando Mariana se quedó en silencio, no es que ella hablara demasiado pero solía bromear todo el tiempo. La miré buscando alguna respuesta pero su cara era neutra y hasta parecía un poco molesta.
¿Todo bien? — pregunté inseguro.
Me miró, hizo una mueca y siguió con su silencio.
Tienes cara de estar molesta, ¿Hice algo? — insistí.
No — dijo apenas. Me frené y ella imitó mi acción, los demás siguieron su camino.
No pienso seguir caminando si no me dices que pasa, ¿Por qué estás así conmigo?
Juan Pablo — dijo con una sonrisa — no me pasa nada contigo.
¿Entonces?
Si te digo te vas a burlar — respondió mirando para otro lado.
¿Que es? Prometo no reírme.
Mejor olvídalo —intento caminar pero la detuve.
No me obligues a obligarte —resoplo rendida y musitó algo que no pude entender — no te entiendo.
Que quiero hacer pis —dijo avergonzada con ambas manos en su rostro.
Solté una carcajada y me dió un golpe en el brazo.
No es gracioso, no hay baño cerca y me estoy aguantando hace diez minutos —admitió.
Pensé que era algo más terrible —me burlé— tienes tres opciones.
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Soñarse De A Dos
Romance"La distancia no es un problema. El problema somos los humanos que no sabemos amar sin ver, sin tocar o sin escuchar. El amor se siente con el corazón, no con el cuerpo". - Gabriel García Márquez