17. Días sin ti

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Villamil

Dos semana han pasado desde que empezó esta pequeña gira, los días se me hacían eternos y las noches muy solitarias. Me había tocado compartir habitación con Isaza así que por lo menos lo tenía a él para hablar y pasar el rato. Mariana había estado muy ausente estos últimos días, me decía que estaba con muchas cosas y por eso no contestaba. De todas maneras me desesperaba no poder hablar con ella a todo momento. Ahora mismo podía ver que estaba en línea pero no me contestaba, pensé en enviarle más mensajes pero no quería ser insistente.

¿Vas a estar todo el día pegado a ese teléfono? - preguntó Isaza desde la otra cama.

No entiendo porque no contesta si claramente está en línea - dije desesperado.

Puede que esté ocupada o hablando con alguien más - se burló y lo miré mal.

¿Crees que se aburrió de mi? - pregunté.

Es muy probable que si - bromeó.

Gracias - respondí seco.

Estoy bromeando, no creo que se aburra de ti. Seguro que solo está ocupada - me tranquilizó.

Puede que tengas razón - dije recostandome en la cama.

Porsupuesto que tengo razón. Ahora cambia ese ánimo y vamos a dar una vuelta que el encierro me está matando - me animó.

Te recuerdo que estamos en México y aquí la gente nos conoce.

No seas agua fiesta, nuestras caras no son tan reconocibles - insistió.

Está bien. Vamos!

Salimos del hotel un tanto despreocupados, habían un par de fans en la entrada por lo que le di una mirada de 'te lo dije' a Isaza. Se encogió de hombros y me obligó a ponerme las gafas, según el no se darían cuenta que éramos nosotros. Las chicas estaban tan  concentradas hablando que no se dieron cuenta que había salido alguien del hotel, por estar mirando tropecé con la vereda y la delicada risa de mi amigo resonó por todo el lugar. Lo próximo que pasó fue que un grupo de niñas nos rodeó para pedirnos fotos y autógrafos. Nos detuvieron por al menos media hora y cuando por fin pudimos alejarnos del grupo sentía que la gente nos miraba.

Fue tu culpa ¿Lo sabes? - le dije divertido.

Tu fuiste el que se tropezó - se defendió.

Si tú risa no fuera tan reconocible hace rato estaríamos comiendo o tomando algo - repliqué.

Nos dirigimos para comprar algo de beber ya que el calor era insoportable. Nos fuimos a caminar por un parque cercano al centro mientras hablábamos de la vida. Cuando el calor bajo un poco nos dirigimos a unos lugares turísticos que habían en la ciudad, tomamos fotos y nuevamente algunas fans nos reconocieron. Nos quedamos hablando con ellas por un largo rato antes de encontrar alguna excusa para irnos.

Luego de nuestro paseo fuimos a cambiarnos ya que faltaban dos horas para el concierto y debíamos irnos al recinto. Revise mi teléfono, Mariana seguía sin responder. Decidí perder todo mi orgullo y hablarle nuevamente.

- ¿Está todo bien?

Esperé los treinta minutos que duraba nuestro viaje del hotel hasta el concierto pero no recibí respuesta alguna. Llegamos e inmediatamente teníamos que hacer el meet & greet asi que deje mi teléfono en silencio para que aquellas niñas tuvieran toda mi atención. Una hora más tarde el concierto comenzó, las canciones pasaban y aunque mi cuerpo estuviera ahí, en mi cabeza solo estaba Mariana. A consecuencia de eso me equivoqué varias veces en la letra de las canciones, la primera vez Isaza me miró riendo pero ya a la cuarta vez escuché como por el audifono Martín me preguntaba si todo estaba bien. Mientras pasábamos videos por las pantallas me acerqué a ellos un poco alejados del centro del escenario.

Estoy bien. Solo un poco distraído - dije por encima de todo el ruido.

Si se te olvida la letra de nuevo, has que el público cante - me animó Isaza.

El vídeo terminó y comenzamos con las siguientes canciones. Intenté mantener la mente fresca y libre de pensamientos pero era un poco imposible, para mí buena suerte no me olvidé de nada más y pude terminar el concierto de la mejor manera. Estaba seguro que a las fans no les importaban mis equivocaciones y todo pasaría desapercibido. Nos fuimos al camerino dónde algunas personas nos fueron a saludar y felicitar por la presentación, me alegraba que nadie mencionara lo que había pasado.
Cuando todos los invitados se habían ido, decidimos ir a comer y beber algo para relajarnos. Fuimos a un lugar bastante acogedor dónde pedimos una gran cantidad de comida y unas cervezas heladas. Casi a las dos de la mañana nos regresamos al hotel, no me sentía mareado ya que solo había bebido dos cervezas. Entre a la habitación notablemente cansado y me deje caer en la cama, Isaza que venía atrás de mi se sentó en su cama y me quedó mirando en silencio.

¿Por qué me miras así? - pregunté perezosamente.

¿Que pasó hoy en el concierto? - preguntó quitándose las botas.

Ya te dije que estaba un poco distraído.

Distraído ¿Pensando en Mariana? - levantó las cejas y solté una carcajada.

Sabes que no te puedo mentir - admití - me pone mal no saber de ella en todo el día y parece que no le importo.

Eso no lo sabes - dijo calmado - sé que siempre bromeo y te molesto pero probablemente estuvo ocupada con sus cosas, tienes que entender.

Y lo entiendo pero porque no me puede enviar un mensaje que diga que está ocupada - dije frustrado.

Así son las mujeres Villa. No pretendas entenderlas - dijo ya acostado.

Ví como mi amigo cerraba los ojos así que me levanté para ponerme pijama y acostarme. Saque las cosas que traía en los bolsillos y me di cuenta que tenía un mensaje de ella que había enviado hace algunas horas.

+ Perdón por no responder en todo el día. Estuve haciendo mil cosas y no tuve nada de tiempo, espero hayas tenido un día lindo y que tu concierto salga de maravilla. Te quiero.

Lo leí unas cinco veces y me sentí un poco obsesivo, no sabía que me estaba pasando con esta chica que no la podía sacar de mi cabeza. Me acosté para leer una vez más aquel mensaje y dormir con una sonrisa de oreja a oreja.

Apaga la luz Villamil - escuché como mi amigo gruñía desde su cama, me disculpé riendo e hice lo que me pidió.

Aparentemente un solo mensaje había arreglado mi humor.

Soñarse De A Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora