21. Comida de a tres

1.2K 81 21
                                    

Villamil

DINGDON, sonaba el timbre, lo ignoré. DINGDON, escuché nuevamente. Abrí un poco los ojos y estiré mi brazo para buscar a Mariana pero no estaba, solo sentí el frío de la cama. Me levanté un poco despistado, tomé un papel que había encima de la almohada y lo leí.

Me fui temprano al trabajo, te dejé un poco de té y tostadas para que comas algo. Puedes buscar y sacar lo que quieras, no te desperté porque te veías muy cómodo durmiendo, nos vemos en la tarde. Te quiero.

Sonreí como idiota y fui hasta la puerta para ver quién insistía tanto. No me moleste en ponerme los pantalones ya que seguramente sería Mariana que olvidó sus llaves. Para mí sorpresa era un chico que no conocía, me miró con el ceño fruncido.

¿Hola? ¿Está Mariana? - me miró de arriba para abajo extrañado.

Emmm no está - dije incómodo.

¿Sabes a qué hora va a llegar?

Disculpa ¿Quien eres? - pregunté desconcertado.

Patrick. Amigo de Mariana - dijo estirando la mano - ¿Y tú eres?

Juan Pablo. Novio de Mariana - mentí orgulloso.

¿Novio? Ella nunca te ha mencionado - dijo un poco burlón a mí parecer.

No le gusta hablar de su vida privada con cualquiera - repliqué.

Cómo sea vine a dejarle esto - me entregó una de mis camisas y lo miré confundido.

¿Por qué tienes tu esa camisa?

Me quedé a dormir con ella y necesitaba ropa limpia - dijo sonriente - ¿Es tuya?

Si - dije cortante - bueno gracias, le diré que viniste. Adiós.

Cerré la puerta sin dejar que hablara algo más y fui hasta la cocina para tomar desayuno. Luego de comer lo suficiente fui a vestirme para irme a mi casa, chequé mi teléfono y tenía varios mensajes de nuestro grupo con los chicos. Hablaban de irnos está tarde a acampar hasta el domingo ya que teníamos el fin de semana libre, les pregunte si podia invitar a Mariana y entre bromas me dijeron que obviamente si ya que ellos irían con sus novias. Me fui en mi auto hasta mi casa, aguante un par de preguntas de mi mamá y me di una ducha.

Un poco pasado medio día llamé a Mariana para proponerle la idea de irnos de campamento junto a los chicos, aceptó sin vacilar y me preguntó si quería almorzar con ella. Estaba apunto de aceptar cuando escuché que mi mamá me hablaba para comer y tuve que negarme porque últimamente la tenía muy abandonada, sin embargo la invité a comer los tres juntos y aunque de principio se negó, termino cediendo.

Le avisé a mi mamá que la había invitado y me dió una mirada de sospecha. Veinte minutos más tarde Mariana llegó, la saludé con un beso en la comisura de sus labios y se sonrojó.

Mamá ella es Mariana - la presente sonriente.

Mucho gusto señora - dijo ella tímida.

Hola mi niña - dijo muy efusiva - ¿Usted es la novia de mi Juanito?

Mamá... - la regañe avergonzado - no seas imprudente.

No le hables así a tu mamá - me dijo Mariana divertida - somos buenos amigos.

Me alegra saber eso - respondió mi Mamá - espero te guste lo que cociné.

Nos sentamos los tres en la mesa y lo que parecía ser un almuerzo silencioso e incómodo terminó siendo una mesa de cotilleo entre mi Mamá y Mariana, de un momento a otro desaparecí de su conversación ya que no tenía idea de quiénes hablaban. Parecía como si se conocieran de toda la vida.

Hey ¿Se acuerdan de que estoy aquí? - dije dramático.

Me había olvidado de tu existencia - bromeó Mariana.

Iniciamos un mini ataque de bromas mientras mi Mamá nos miraba sonriendo y negando con la cabeza. Una vez terminamos de comer Mariana ofreció ayuda para limpiar y no paró hasta que mi mamá aceptó. Luego de aquella escena nos fuimos a mí habitación.

Se me hace raro venir a tu casa - dijo mirando a todos lados.

No vayas a asustarte - le pedí divertido - pero a mí Mamá le agradas.

Soy un amor de persona - bromeó.

Tampoco es para tanto - me burlé.

Me acerque a hacerle cosquillas e intentó correr pero claramente no lo logró. Caímos en la cama sin dejar de reír y nos quedamos abrazados.

Oye casi lo olvido. Patrick me dijo que fue a mi casa y que fuiste grosero con el - me miró fingiendo indignación.

¿Yo grosero? Jamás - dije divertido.

De hecho dijo que le cerraste la puerta en la cara.

Eso es una mentira. Me despedí y luego cerré la puerta - reí - en mi defensa estaba semi desnudo y me sentía incómodo hablando con el en la puerta.

Eres malo - acarició mi cabello.

Ahora que lo mencionas...me entregó mi camisa - la miré incrédulo.

Ay si. Se la preste porque no tenía que ponerse y Carolina nos había invitado a una fiesta.

A mí me dijo que había dormido en tu casa y que se la pasaste - recalqué.

No le creas, nunca se ha quedado a dormir en mi casa - dijo sin importancia.

Más vale.

¿Que fue ese tono? - preguntó riendo.

Nada. Te quiero - susurré abrazándome a ella.

Nos quedamos un rato así, bromeando y dándonos caricias. A las tres de la tarde Isaza llegó a mi casa junto a su novia, no sabía cómo seguían las cosas entre ellos dos ya que la última vez que hablamos del tema me dijo que pensaba en terminar con ella pero claramente no lo había hecho.

Veo que encontraste a Villita - le dijo mi amigo a Mariana.

Si ¿Por qué no me dijiste que estaba contigo cuando te hablé? - preguntó curiosa, Isaza me miró sin entender.

Eh porque...quería molestarte - dijo poco creible y ella me miró sabiendo que le había mentido.

¿Ya conociste a la novia de Isaza? - pregunté interrumpiendo.

Soy Juana - se presentó y Mariana soltó una pequeña risa que no le gustó - ¿Mi nombre te parece gracioso?

No, para nada - dijo incómoda - es solo que me parece gracioso que los tres sean Juanes.

Que linda - dijo sarcástica.

Veníamos a ver si estaban listos para irnos - dijo Isaza emocionado.

Todavía no. Recién íbamos a empacar las cosas y tengo que acompañar a Mariana a su casa para que busque las suyas - sonreí culpable.

Está bien entonces iremos a la casa de los Vargas y luego nos juntamos. ¿Cómo a las 4:30 les parece bien?

Claro - respondí.

Ambos se fueron y nos quedamos mirando sin entender la mala onda de Juana.

Creo que no le agrado - dijo riendo.

Últimamente es así con todos así que no te sientas mal - le informé.

Pobre Isaza que tiene que aguantarla.

Es un idiota, hace mucho que no la soporta y quiere dejarla pero no se atreve - comenté.

Una lastima.

Terminamos de guardar las cosas que necesitábamos y nos fuimos hasta su casa para buscar las suyas. Nos reunimos en casa de los Vargas ya que queríamos ir en dos autos para economizar el viaje. Junto a Mariana nos fuimos en el auto con Martín y su novia, la idea era irnos con Isaza pero no quería aguantar el temperamento de Juana así que a Simón le tocó la mala suerte. El viaje fue muy agradable ya que Mariana se llevaba bien con ambos y no había necesidad de forzar nada.


Soñarse De A Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora