24. Camping (3)

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Feliz 2020, al fin puedo actualizar, mil perdones por abandonar la historia prácticamente por todo diciembre pero ya estoy de vuelta, tengo todo el descanso que creo que necesitaba. Espero les guste el capítulo y prometo subir muchos capítulos ahora en enero.

*

Juan Pablo salió del lago un poco molesto por las constantes burlas de sus amigos, para mí estaba exagerando y no quise tomarle mucha importancia. Isaza y Martín me hicieron saber que casi siempre se molestaba por cualquier tipo de cosas pero que luego se le pasaba solo así que era mejor no tomarlo en cuenta. Por ese motivo no fui tras el, decidí quedarme con los chicos a disfrutar del agua. Me agradaba pasar tiempo ellos, las chicas eran muy amables y divertidas aunque me seguía haciendo sentir incómoda que Juana no quisiera hablarme y se comportara grosera. Sara y Carla me repetían que no la tomara en cuenta pero me era imposible, sobretodo porque cada vez que Isaza me hablaba ella me asesinaba con la mirada.

En medio de las bromas de Isaza, su novia hizo un comentario y cito sus palabras, "no te olvides que estás con el otro Juan Pablo", todos me miraron sin decir nada, me sentí fuera de lugar y decidí salir del lago. Llegué a dónde estaba el señor mañas y me senté a su lado salpicando gotas de agua en su torso descubierto que lo hicieron sobresaltar, me miró con los ojos entrecerrados y me senté a su lado en silencio.

¿Todo bien? -preguntó.

Perfecto -respondí de inmediato - ¿Sigues molesto?

No estoy molesto -dijo serio y reí.

No conocía ese lado tuyo -bromeé- sin duda eres todo un misterio.

¿Te aburriste del agua? O ¿No podías estar lejos de mi?

Ninguna de las anteriores, te tienes mucha fé -dije burlona.

Tengo mis encantos mujer -agregó y como por instinto, lo abracé - estás fría. Pero dime, ¿Por qué saliste? Te noté muy divertida.

Lo estaba pero Juana me odia e hizo un comentario que me incómodo así que decidí salir.

¿Que dijo? -pregunto serio.

No tiene importancia.

Si lo tiene porque claramente te está arruinando el viaje y no lo voy a permitir - dijo molesto.

Te ves tierno cuando te pones en modo protector -bromeé.

Mariana lo digo enserio, voy a hablar con ella para que te deje en paz.

No lo hagas, ¿Si? - le pedí - no me ha arruinado nada, la he pasado de maravilla junto a ti.

Está bien - bufó - ¿Te parece si vamos a explorar solos?

¿Debería tener miedo?

Estás hablando con un experto -bromeó.

Tomados de la mano nos fuimos a caminar por el lugar, Juan Pablo era una persona muy divertida y me hacía reír a cada instante. Nos adentramos por lugares que no conocía pero que al parecer el si, llegamos a un pequeño rio y jugamos en el agua por un largo rato. Lo obligue a tomarnos algunas fotos para el recuerdo y aunque insistía en que no era fotogénico, lo que yo veía demostraba lo contrario. Cuando vimos que el sol comenzaba a bajar, nos encaminamos hasta el pequeño camping que habiamos armado. A penas llegamos, las miradas sugerentes de los amigos de Juan Pablo nos atacaron, escuché como Isaza y Martín insinuaban cosas inapropiadas mientras Sara y Carla me daban miradas de que tendría que contarles lo que ellas creían que había pasado.

*

La noche llegó, estaba junto a Juan Pablo en la carpa hablando de como podía componer canciones tan bonitas, muy abrazados y dandonos besos de vez en cuando. Sus labios eran extremamente adictivos, me encantaba la forma tan tierna en la que acariciaba su nariz con la mía, para luego besarme por toda la cara con sus labios tan suaves como algodón. Me separé un segundo para mirarlo a los ojos, frunció el ceño y unas pequeñas arrugas se formaron en su frente, reí negando con la cabeza.

¿Por qué me miras así?

¿Así como? — pregunté pasando mis dedos por sus cejas.

Como si quisieras decir algo.

Guarde silencio por unos segundos mientras repasaba cada facción de su cara con la yema de mis dedos. Me dejó un beso sorpresa.

Me alegra haberte conocido — admití.

Con una sonrisa tímida escondió su rostro en mi cuello, nos quedamos así por al menos media hora hasta que sentí como su cuerpo se iba relajando y el sueño se apoderaba de el. Yo no podía dormir, sufría de insomnio desde que tenía 13 años y por eso me gustaba mantenerme ocupada durante el día, para dormir mejor. Me quedé observando en techo de la carpa, en la cual se proyectaban sombras proveniente de los árboles. El ruido del viento y los grillos eran extrañamente relajantes, lamentablemente se vieron interrumpidos por alguien que mal decía casi en silencio. Sin hacer mucho ruido me levanté para ver de quién se trataba, era Isaza. Me acerqué insegura y me senté a su lado, me miró de reojo sin decir ni una palabra.

¿Problemas con Juana? — pregunté casi afirmando.

Escuché como soltaba una gran bocanada de aire.

Ya no sé qué hacer — dijo con un atisbo de tristeza —. Te prometo que he hecho todo lo posible para salvar nuestra relación pero cada intento es en vano.

Estoy un poco perdida,¿Quieres contarme?

No sé por dónde empezar — resopló —. Supongo que todo se comenzó a arruinar hace unos meses cuando no pude asistir a su fiesta de cumpleaños.

Me relato como Juana había cambiado su actitud frente a el después de esa situación, estaba distante, no respondía sus mensajes y poco a poco se alejaba. Luego vinieron las mentiras, ella le ocultaba a dónde y con quién iba. Cuando el volvía a Bogotá ella simplemente estaba ausente, no era la misma de siempre, y ahí comenzó lo peor. Sus celos estaban incontrolables, Isaza no podía hablar con nadie sin que ella armara una escena y terminarán discutiendo hasta el punto de insultarce mutuamente. Me sentí mal por el, se notaba que la quería mucho pero al mismo tiempo entendía porque ella había cambiado su actitud en cierto punto. Esa pequeña decepción el día de su cumpleaños había desatado una ola de inseguridades, y ayudar a una persona recuperar el autoestima era más difícil de lo que todos creían. No era mucho lo que yo podía hacer más que abrazarlo y regalarle un pequeño consejo.

Tal vez deberían separarse por un tiempo, intentar reconstruir la relación. Muchas veces no tener contacto con la otra persona, es la respuesta que necesitan — sugerí honesta.

¿Me dices que termine todo con ella?

Es lo mejor para ambos, ya verás que si lo de ustedes era correcto se volverán a encontrar.

Puede que tengas razón, supongo que cuando volvamos a Bogotá cortaré con ella.

¿Por qué mejor no lo haces ahora? — dijo una voz que reconocia como la de Juana, su cara demostraba mucha molestia y temía que no fuera dirigida solamente hacía su novio.

Se acercó a paso decidido, su mirada ya no estaba solo en Isaza. Me miraba con enojo y me imaginaba todo lo que venía, pero no era lo que yo esperaba. Pensé que iba a gritarme o insultarme, estaba equivocada. Sentí su puño en mi cara, sentí como mis ojos se aguaban y un dolor intenso recorrió mi ojo derecho, era la primera vez que alguien me golpeaba, mi reacción no fue nada comparado a lo que me había imaginado mil veces. Deje caer mis lágrimas y con las manos en la cara escuchaba como los Juanes se gritaban enfurecidos.


Soñarse De A Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora