Estoy convencida de que el universo tiene algo encontra de esta historia, cada vez que quiero continuar algo pasa. Como sea, después de mil años les dejo un capítulo nuevo. Espero les guste.
*
Cuatro días pasaron rápido, en un abrir y cerrar de ojos Juan Pablo ya estaba de vuelta, durante los días que estuvo de vacaciones con su familia no pudimos hablar mucho, principalmente porque le sugerí que se desconectara y disfrutara de los días en la playa, pero ya le quedaban las últimas semanas de vacaciones y esperaba poder pasarlas junto a él. Ahora mismo me encontraba camino a su casa, se había empeñado en que cenara junto a sus padres para por fin conocerlos de manera formal. No voy a mentir, estaba aterrada pero más por la situación que por lo que ellos fueran a decir, de todas maneras ya conocía a su mamá y creía tenerla ganada. Me plante frente a la puerta de su casa, luego de tomar una bocanada de aire su hermosa sonrisa apareció al verme y de inmediato me abrazo.
-Te extrañé – Me besó de una manera un poco intensa, una falsa tos nos obligó a separarnos.
-Juan, deja que Mariana respire por favor – dijo su Mamá desde adentro.
Miró avergonzado a su Mamá y me invito a pasar. Ahí me encontré a su Papá, que era la viva copia de mi novio, a su hermana y por supuesto a su Mamá. Me recibieron todos muy cariñosos, pasamos a la mesa donde fui atacada con preguntas. Debía admitirlo, su familia me había encantado e inconscientemente me puse a pensar en lo mucho que quería ser parte de sus vidas, Juan Pablo me había dejado entrar en su mundo y me había enamorado de él, sin duda no quería dejarlo ir. Horas más tarde, cuando ya todos estaban haciendo sus cosas nos fuimos a su habitación, donde luego de cerrar la puerta, me miró con ojos acusadores y los brazos cruzados.
-Tenemos una conversación pendiente – empezó.
-¿Quieres hablar de cómo le exigiste a Isaza que no se acercara a mí? – dije irónica y formo una o con sus labios.
-En realidad, no tenemos que hablar de eso – se acercó hasta mi para abrazarme -. O de nada.
Nuestra sesión de besos duro bastante, vi las intenciones que Villamil tenía pero sentía vergüenza de que su familia pudiera escucharnos. Me sobresalté cuando su hermana tocó la puerta, nos quedó mirando con una sonrisa burlona pero omitió todo tipo de comentario, se despidió de ambos y al salir negó con la cabeza. Le sugerí que viéramos una película y de inmediato me arrastro hasta la cocina para preparar cabritas, en el primer piso había un silencio tremendo ya que sus papás estaban en su habitación posiblemente, aún era temprano.
-No podemos ver una película sin comida – dijo como si nada.
-Algún día serás un obeso y tendrás que dar tus conciertos sentado.
-Aun así las fans seguirán locas por mí – bromeó.
Volvió a juntar nuestros labios pero esta vez sin ninguna vergüenza, sus manos pasaron por debajo de mi blusa erizando mi piel. Sus besos bajaron a mi cuello y aunque intenté detenerlo, me fue imposible, me encantaba la sensación de sus labios pegados a los mios y su respiración pegándome en el cuello. Hizo un ademan para quitar mi blusa, no era el lugar ni el momento adecuado pero mi sentido común ya estaba un poco nublado. Desafortunadamente o tal vez a nuestro favor, su papá entró a la cocina, quise desaparecer. Solo vengo por un vaso de agua dijo sin siquiera mirarnos pero podía notar que una sonrisa quería escapar de sus labios. Apenas se fue, golpeé en el brazo a Juan Pablo.
-¡Qué vergüenza con tu papá!
-No es para tanto – se defendió -. ¿Cómo crees que nací yo?
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Soñarse De A Dos
Romance"La distancia no es un problema. El problema somos los humanos que no sabemos amar sin ver, sin tocar o sin escuchar. El amor se siente con el corazón, no con el cuerpo". - Gabriel García Márquez