AFTERGLOW // Ross Lynch

Capítulo 5

Miré a ambos a lo lejos, observando desde la mesa donde yo estaba sentado.

Maldecía en mi mente cada vez que André se atrevía a besarla, tomarla de la mano o simplemente abrazarla.

Tenía tantas ganas de acercarme a ella y pedirle que nos fuéramos, que dejara a ese estúpido ahí, a solas.

Apreté mis puños sin que nadie lo notara en cuanto vi a Emma levantándose de su asiento para ir a bailar con André, quien la tomó de la mano de inmediato y la llevó a la pista.

Rocky me miró riendo y desvié la mirada en señal de nerviosismo.

—¿Celoso, hermano? —comentó, respondiéndole con un codazo.

—Me enoja el hecho de que él la trata de la mierda, y ella sigue ahí.

—¿Y  tienes forma de cambiar eso? —preguntó, pensando que le diría que no.

Pero en realidad, la respuesta era si.

Me levanté caminando hacia la mesa donde estaban los novios, saludando a ambos y dándoles las gracias por la invitación.

Y luego me dirigí a Samantha.

—Oye, ¿crees que podrías darme el número de Emma? Platicaba con ella sobre la posibilidad de que protagonizara nuestro próximo video musical y me iba a acercar para pedir su número  y estar en contacto con ella pero, como puedes ver, está ocupada.

—Oh, claro, déjame lo busco. Si ya lo hablaste con ella, no creo que haya problema.

Tomó su teléfono celular encima de la mesa y siguió haciéndome la plática, preguntando sobre mi carrera musical y mis próximos proyectos y lo mucho que le gustaba la música que Rocky y o hacíamos.

—Aquí está, ¿quieres que te lo envíe o prefieres copiarlo?

Miré la pantalla, memorizando los dígitos.

Segundos después los escribí en mi propia lista de contactos y le sonreí de vuelta  a Samantha.

—Eres un ángel, felicidades por la boda. La fiesta va de maravilla.

Aquella chica me agradeció y me di la vuelta, regresando a mi lugar, listo para mi jugada.

Preparé el mensaje y lo releí después de enviarlo.

"¿Aún crees que casarte con él es una buena decisión, Emma? Mereces más, y sabes que yo puedo dártelo", decía el mensaje listo para ser enviado.

Adjunté las fotografías que había tomado días atrás, sintiéndome fatal por estar haciendo esto.

Pero necesitaba que Emma dejara a André, para de esa forma, entrar yo a su vida.

Envié el mensaje con las fotografías y dejé mi celular sobre la mesa, ligeramente satisfecho.

Los observé bailar una última canción y ambos regresaron a la mesa, a beber algo.

André esperaba a Emma de pie a su lado, siendo paciente mientras Emma bebía algo de champagne de su copa de cristal.

Miró su teléfono celular sobre la mesa y lo tomó, frunciendo el ceño.

André la jaló del brazo para que se diera prisa.

Y el desastre que vino a continuación, fue un acontecimiento glorioso para mis ojos.

Emma empujó ligeramente a André mientras revisaba el celular y se soltó de su agarre.

El castaño la miró confundido y trató de tomarla por la cintura, y besar su cuello.