Capítulo 10

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Entré de repente a la habitación, notando el enorme desastre que tenía Emma sobre la cama.

Di un recorrido visual por toda la cama y miré una maleta sobre la cama; observé a la castaña sacando un par de prendas de un par de cajones y colocándolas sobre el montón de ropa.

-¿Cuál crees que es mejor para una sesión? -me dijo de repente, mostrándome dos atuendos completamente distintos.

La miré, confundido sin saber que mierda estaba pasando, y porque demonios Emma estaba empacando.

-Da igual, de cualquier forma van a cambiarte toda la ropa en la sesión -le dije.

Emma me dio la razón ante aquel punto y lancé un suspiro, sentándome en la cama junto a toda su ropa.

-¿Saldrás de viaje eh? ¿Cuando pensabas decirme?-arrojó su cabeza hacia atrás después de escucharme y sacó algo de aire por la boca, probablemente pensando en una posible pelea a continuación.

-Olvidé decírtelo. Tengo un desfile en Nueva York, es un breve viaje de tres días Ross, no es mucho tiempo -respondió ella.

Negué con la cabeza y me crucé de brazos.

-No me gusta que vayas sola de viaje. Eres muy bonita Emma, llamas mucho la atención y además de que me parece peligroso que viajes sola, no me gustaría que te encontraras con chicos -la castaña puso los ojos en blanco al escucharme hablar.

-Vamos Ross, ¿de nuevo esos celos? -me dijo, fastidiada.

-Emma, no quiero perderte. Hay millones de chicos en este mundo y sé que no soy el único hombre que podría interesarte en toda tu vida. No quiero que conozcas a alguien más y...Simplemente no quiero que vayas a ese viaje. No tú sola. Me preocupa tu seguridad.

Emma pareció mirarme en aquel momento con algo de ternura y sonrió, caminando hacia donde me encontraba.

Se sentó sobre mi regazo en la cama y acarició mis mejillas mientras yo desviaba la mirada dirigiéndola al techo de la habitación.

-No entiendo tus celos, ¿sabes por qué? -me dijo al oído. Noté los dedos de la castaña deslizándose por debajo de mi playera y la miré de reojo.

Lucía algo sonrojada, y de inmediato entendí las intenciones que tenía.

Dirigí mis manos hacia sus caderas y finalmente la miré a los ojos.

-Porque tú eres el único chico en mi vida Ross, me encantas -me dijo. Besó mis labios después, tomando mi rostro entre sus manos con fuerza.

Seguí su beso durante algunos segundos, mientras acariciaba su espalda y su cintura.

Emma soltó un ligero gemido en cuanto mordí su labio; la deposité sobre la cama aún encima de toda esa ropa, justo debajo de mí.

-¿Entonces, iré contigo a Nueva York? -insistí, mientras besaba el cuello de Emma.

Observé el rostro de mi preciosa novia. Sus mejillas lucían sonrojadas, apretaba sus labios y cerraba sus ojos mientras yo metía mis manos dentro de su pequeño short de mezclilla y besaba su cuello.

Mordí un poco su piel y succioné un poco, dejando una pequeña marca de color rojo.

-Tú ganas Ross- me dijo, complaciendo a mis peticiones finalmente.

-Yo siempre gano, cariño -le guiñé el ojo y Emma rió, para después arrojarse a mis labios, continuando con la acción.

Me importó una mierda toda la ropa sobre la cama. Desnudé a Emma con prisa, quitando cada prenda de su cuerpo con demasiada fuerza y rapidez.

AFTERGLOW // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora