Emma me suplicó que detuviera el auto apenas unos minutos después de haber subido y avanzado en camino a su departamento.
Obedecí a sus órdenes, notándola bastante mal emocionalmente.
Su maquillaje se había corrido por completo y prefirió quitárselo con un pañuelo que guardaba en su pequeña bolsa.
Se retocó un poco las ojeras y yo la observé mientras, en silencio, simplemente contemplando lo hermosa que era.
Me tenía loco, estaba obsesionado con ella completamente.
—Aprecio lo que hiciste por mí allá dentro.
Dijo de repente, guardando su diminuto espejo en su bolsa y mirándome fijamente.
—No me dijiste que también era un golpeador —comenté.
Emma agachó la cabeza y suspiró.
—El amor te ciega, hace que hagas cosas que están mal, te enferma y te esconde la verdadera parte de la persona a la que amas por lo mismo, por amor.
Me respondió, con la voz algo cortada.
—No voy a volver con él, lo quiero lejos.
Por un instante celebré, sintiéndome el hombre más afortunado del mundo porque mi plan había funcionado.
Pero luego, esas ilusiones se me desmoronaron.
—Y a ti también te quiero lejos Ross.
Dijo y buscó la manija del auto, para salir.
Rápido coloqué el seguro por dentro del auto con un simple toque sobre un botón.
La miré riendo y alcé las cejas, victorioso.
—Todo lo que me ha pasado estos últimos días ha sido por ti.
—¿Por mí? ¿Entonces yo tengo la culpa de que André te fuera infiel, o te golpeara por no sé cuantos años? —comenté, burlándome de sus palabras.
—Me refiero a que las últimas decisiones que he tomado no han sido las mejores, y eso incluye la aventura que tuvimos en Cabo. No puedo estar contigo, porque aunque no hayas sido el culpable, indirectamente me siento mal por haber estado contigo y portarme tan digna con André. ¡Me acosté con alguien más estando comprometida!
—¡Y él estuvo acostándose con alguien más durante meses! Aún estando comprometido contigo, y me dijiste que no había sido la única vez, Emma.
Puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.
—Quiero y necesito estar sola, así que te pido que te alejes de mí.
Soltó una lágrima y la miré, ligeramente furioso.
No porque la dejara ir ahorita significaba que iba a rendirme.
Eso es algo que Emma parecía no comprender.
Le quité el seguro a su puerta y ella bajó del vehículo, con algo de prisa.
Cerró azotando cuando finalmente bajó y la observé, dando rápidos pasos por la acera, alejándose.
Esto no acababa aquí, Emma.
[...]
Ryland sin saber que Emma y yo nos habíamos "alejado", me había dado sin querer unos de los horarios de Emma, así que, ahora sabía más o menos los días y las horas en que ella se pasaba por la agencia, ya sea para una sesión, o simplemente para ordenar asuntos en su oficina.
Y ahora me encontraba fuera de la agencia, esperando a verla salir por esas enormes puertas, dispuesto a verla y seguirla por el resto de la tarde.
Podría llamarme a mi mismo enfermo por lo que estaba haciendo, pero de verdad era una urgencia la que tenía de seguirla y ver si encontraba el momento perfecto para hablar con ella e intentarlo una vez más.
Emma Hastings salió de aquel edificio gigantesco en punto de las 5 de la tarde, caminó hacia un bonito automóvil rojo y subió segundos después para finalmente, arrancar y tomar camino.
Aquella mujer que me volvía loco, después de algunos minutos de ir conduciendo, tomó dirección hacia la autopista que te llevaba a las playas de Los Ángeles.
La seguía a buen ritmo y en paso lento, para no levantar sospecha alguna.
Finalmente, después de casi veinte minutos llegamos a la playa y se estacionó frente a una enorme plaza que había junto a un muelle.
Observé a mi alrededor antes de estacionarme y decidí esperar a ver que sucedía con ella.
Emma bajó del automóvil con una bolsa algo grande y se colocó unos anteojos para el sol.
Caminó hacia la playa, encontrándose unos metros más adelante con un par de amigos y amigas.
A dos de ellas las reconocía, una era Lena Wheeler, la fotógrafa.
La otra era Samantha Mitchell, la recién casada.
Un chico algo y delgado la saludó y abrazó, y Emma rió por un gesto simpático que hizo.
A ese no lo conocía.
Estacioné el auto minutos después y bajé, colocándome también unas gafas y sacando una gorra para el sol que tenía en la guantera siempre, para cuando manejaba lejos y el sol me daba en la cara.
Caminé en dirección hacia donde ellos se encontraban, apreciando la playa durante el atardecer y mirando la fogata que ellos habían armado tan solo minutos atrás.
Lucía muy hermosa, con sus piernas descubiertas gracias al short de mezclilla que llevaba.
Portaba igualmente una blusa blanca con transparencias y encaje, y su cabello algo ondulado era el protagonista del look, pues debido al viento, lograba moverse y la hacía lucir aún más bella.
Me recargué en una alambrada que había en un extremo de la playa y la observé bailar.
Tomé mi celular y con mi cámara logré sacar un par de fotos.
En algunas imágenes salía bailando mientras el viento levantaba su cabello, en otras sonreía y reía como si en el fondo no estuviera herida por lo ocurrido semanas atrás.
Pero en todas lucía perfecta.
Ella tenía que estar conmigo, no iba a descansar hasta tenerla.
***
En la multimedia, Emma Hastings (Lydia Maachi).
Les dejé también una canción, "What A Feeling", de One Direction.
Dejen sus comentarios.
MUCHISIMAS GRACIAS POR LEERLA Y POR SUS VOTOS.
-FeernandaR5.
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AFTERGLOW // Ross Lynch
Fanfiction"Oh no, away she goes, the way she knows, she's leavin' me in afterglow..." Me había enamorado de aquella mujer, una completa desconocida. Y a cualquier costo, ella sería mía. ⚠️ CONTENIDO ADULTO ⚠️ 》PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN PARCIAL O TOTA...