Capítulo 7

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—Disculpe, ¿a que dirección quiere enviar el paquete y las flores?

Preguntó la señorita encargada en la oficina de correos.

Me sacó de mis pensamientos, mientras revisaba por última vez el precioso collar con diamantes que estaban empaquetando.

¿Le gustaría? Ojalá que fuera así.

—Necesito que lo envíen a las oficinas de "NEXT MODELS". Con destinatario para la señorita Emma Hastings.

Aquella mujer asintió mientras ingresaba algunos datos y finalmente formalizaban en el envío.

Salí de aquella oficina, rogando porque Emma se tentara un poco el corazón conmigo, y diera respuesta alguna a mis regalos.

[...]

Escribí un último verso mientras escuchaba los acordes de la guitarra de Rocky.

Mi hermano volvió a tocar la melodía en la guitarra y repase nuevamente lo que había escrito.

—Algo no me convence de la letra —comenté de repente, desesperado.

—Necesitas concentrarte más, tal vez —dijo Rocky, notando algo de frustración en mi voz.

Tocaron a la puerta del departamento del estudio de repente, haciéndonos sobresaltar a ambos.

Miré a mi hermano algo confundido y me levanté a atender.

Abrí la puerta, encontrándome con la preciosa castaña de quien estaba profundamente enamorado desde el primer día.

Emma me miró algo nerviosa en cuanto abrí, y sonreí, intentando ocultar mi emoción.

—¿Emma? Hola, ¿qué haces aquí? —pregunté, complacido con verla.

La castaña miró detrás de mí, hacia el interior de aquel estudio, notando a mi hermano.

—Tu hermano Ryland trabaja en mi agencia, me dio la dirección del edificio de la discográfica, y aquí estoy. Quería darte las gracias, el collar es precioso y las flores me encantaron.

Sonrió mientras me miraba a los ojos y yo sonreí de vuelta.

Era tan hermosa, estaba obsesionado con su belleza.

Su sonrisa era divina, sus hermosos ojos color miel me hipnotizaban con cada mirada y su hermoso cabello lo peinaba de una forma distinta cada vez que la veía.

Hoy por ejemplo, lo llevaba recogido en alto, con algunos mechones rizados sueltos sobre su rostro.

Llevaba un bonito vestido negro entallado, de manga larga y dejando su cuello algo descubierto gracias al escote redondo que la prenda tenía.

Podía apreciar su piel bronceada y sus clavículas se hacían presentes a simple vista.

—Me alegra que te haya gustado, el collar combinaba bien con tu piel, por eso lo elegí —le dije.

Ella se sonrojó un poco y asintió con la cabeza, pasando uno de sus mechones por detrás de la oreja.

—¿Estás ocupado? Pensé que podríamos ir a cenar. Eres un buen hombre Ross, y he decidido que tal vez podríamos darnos una oportunidad.

Me dijo de repente, dejándome sin mucho que decir.

—¿Terminaste con el mujeriego? —alcé las cejas, asombrado.

—No mencionemos a ese idiota. Entonces...¿vamos a cenar?

Me giré sobre mi cuerpo, viendo a Rocky quien aún tocaba la guitarra en el mismo lugar de antes.

AFTERGLOW // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora