Apenas días atrás habíamos vuelto de Nueva York.
Era San Valentín. La fecha la cual antes podría haber pensado durante años que se trataba de una ocasión exclusivamente con fines comerciales, ahora por primera vez en mucho tiempo, volvía a tener algo de importancia para mí.
Emma me había preparado un romántico desayuno por la mañana, y posteriormente, había salido a reunirse con sus amigas para almorzar algo juntas.
Yo tenía ese tiempo libre para planear algo lindo para sorprenderla. Y tenía una idea bastante buena y muy a nuestra manera como para celebrar esta especial fecha.
Días atrás había comprado un par de regalos para mi preciosa chica, pero esa era solo una parte de la sorpresa.
Me dirigí hacía la habitación, arreglándola un poco y buscando los regalos que había conseguido para ella.
Observé aquellos ardientes conjuntos de lencería, imaginándome a Emma luciéndolos sobre su bello y perfecto cuerpo. Me recosté sobre la cama, aún contemplando las pequeñas bragas que tenía entre mis manos.
Una imagen de Emma luciendo ese divino liguero negro junto con esas diminutas bragas y ese irresistible sostén, apareció en mi mente de repente. Mi reflejo ante tal ilusión fue inmediato, y sentí una punzada en mi entrepierna.
Imaginé un montón de cosas en aquel instante, y de repente ya no podía esperar más a que fuera de noche o ella regresara. Quería hacerla mía hasta cansarnos.
Tuve que atender a mis propias necesidades y me concentré en ello durante algunos minutos, aún con la imagen de Emma en mi cabeza, o recordando todas aquellas veces en que me había follado e Emma en cualquier parte del departamento o en esa misma cama.
Abrí un poco mi boca cuando sentí que finalmente llegaría y apreté mis labios justo después de lanzar un gemido.
Lancé un suspiro mientras normalizaba mi respiración, aún acostado sobre la cama.
Observé mi mano terriblemente sucia y la miré.
—Eres un asco, Ross —me dije a mí mismo.
[...]
El plan salía justo como lo había pensado. Me había desaparecido del departamento después de arreglarlo un poco, y Emma me había enviado un mensaje como media hora atrás, avisándome que había llegado a casa.
Entré con cuidado de no hacer ruido, sosteniendo una botella de vino recién comprada entre mis manos.
Caminé hacia la habitación, escuchando desde el pasillo el ruido de la regadera en pleno uso. Emma se estaba duchando.
Mi idea en realidad era sorprenderla con una botella de vino, brindar un poco y después pasar una ardiente noche juntos, pero eso de improvisar en la regadera no estaba nada mal.
Abrí la puerta del baño, notando la silueta desnuda de Emma a través del cristal de la regadera un poco empañado.
Admiré el cuerpo de mi novia, gozando de aquella vista y dándome cuenta de lo afortunado que era al tener todo eso solo para mí, y nadie más.
Me quité la playera, dejándola tirada en el suelo.
Dejé la botella de vidrio con vino tinto sobre la mesita de noche, y después me desnudé por completo, quitándome el resto de la ropa.
Caminé de vuelta hacia el baño, y cerré la puerta detrás de mí.
Emma estaba de espaldas hacia mí, con los ojos cerrados mientras enjuagaba su castaño cabello, por lo cual no me veía.
![](https://img.wattpad.com/cover/161834109-288-k878091.jpg)
ESTÁS LEYENDO
AFTERGLOW // Ross Lynch
Fiksi Penggemar"Oh no, away she goes, the way she knows, she's leavin' me in afterglow..." Me había enamorado de aquella mujer, una completa desconocida. Y a cualquier costo, ella sería mía. ⚠️ CONTENIDO ADULTO ⚠️ 》PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN PARCIAL O TOTA...