Juntos .Lunay.

30

- Es... - me interrumpió Carlos.

- Es su novio, ¿No te lo dijo?

Corina frunció el ceño.

- Así es, la bebé tiene novio, ahora están peliados pero son novios aún - me pica el ojo.

Lo fulmine con la mirada y miré de nuevo a Cori la cual tenía sus cejas levantadas y sus brazos cruzados.

- ¿Por qué no me lo dijiste Paola?

Quisiera decirle que es mentira pero es verdad aún sigo siendo novia de Jefnier.

- Si - asentí - Tengo novio, no te lo había dicho porque últimamente han pasado cosas inesperadas en mi vida que no habia tenido tiempo de llamarte.

- Tu y yo señorita - me señala - Tendremos un día de Cori y Andrea.

Asentí. En estos momentos estoy odiando a Carlos, no debió abrir su jeta y sacar a conversación a Jefnier.

- Bueno, bueno - habla Carlos - Ya dejemos eso y vamos a disfrutar del rombon que hay adentró - coloca un brazo sobre los hombros de Corina y el otro en mis hombros para llevarnos asi has el interior de la casa.

"Ella me pide gelato
Quiere gelato en la pussy
Quiere gelato en la cara
Quiere gelato en las bubbies

Ella reclama gelato
Después de comérselo un rato
L

o quiere de espalda y en cuatro

La niña me pide gelato"

Llegamos hasta unos sillones donde se encontraban los Kings del trap venezolano.

- Mano, coronaste - grita Adso saludando a Carlos.

- Tú sabes, mano.

- Mi amor... Que bella estas - Adso besa mi mejilla y me da un abrazo fuerte.

- Alejandro - dije al separarnos - Me vas a matar un día de estos - coloqué  una mano en mi pecho tratando de normalizar mi respiración.

- ¿Yo? Serás tú con lo bella que estás - aprieta mis mejillas.

- Auh... ¡Rústico! - le pegué fulminándolo con la mirada mientras me acariciaba mis mejillas y él hace una mueca burlándose de mí.

Fui a saludar a Trainer, Jeeiph, Soto y por último a Micro tirándome encima de él mientras besaba repetidas veces su mejilla

- ¡Feliz cumpleaños!

- Gracias - besa mi mejilla y me abraza.

- Te traje tú regalo, esta en el carro.

- No tenias que hacerlo.

- Claro que sí, para eso son los cumpleaños para que recibas regalos.

- No pero tú - hace énfasis - No tenías que hacerlo. Ya vasta con que estés aquí - habla por encima de toda la música.

Negué en desacuerdo.

Me sente en el sillón al lado de Jeeiph, el cual fumaba un blum y al verme a su lado como que le dio pena y lo apagó dejándolo en la mesa.

- Si es así, no nos vemos - bebe de su trago.

- Aun sigo esperando esa llamada - lo miré.

- Verga - dice cuando se acordó de la vez que me llamaría porque habíamos quedado que me tenía que invitar a comer por no ir a mi cumpleaños el año pasado - Mala mia, perdóname.