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03 de Julio de 2016

Era domingo, un día para no hacer nada, para que nadie me esté molestando, de estar todo el día tirada en la cama viendo películas, comiendo chucherías.

Pero como nada en la vida del Señor es justo.

Me encontraba en mi habitación, a las 7:09AM con Jefnier fastidiandome para que lo ayude a estudiar para un examen de reparación que tiene mañana ¿Cuál es la materia que va a reparar? Matemáticas, no pudo ser otra sino esa.

No es la primera vez que me hace ésto, ya van varias veces, sino es para que lo ayude a estudiar es para que le pase la clase porque no la había copiado por estar pendiente de otra cosa.

Entre a mi habitación rápido para cerrarle la puerta en la cara a Jefnier, pero él fue más rápido y la pudo detener con sus manos.

- Deja la ladilla, Jefnier - le grité dándome la vuelta y mirarlo - Ya te dije que no te voy a ayudar - dije muy molesta.

- Dale, tú sabes que no me gusta la matemática y menos él cabrón del profesor.

- No es mi problema Jefnier ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

- Ah y ¿No era tu problema mostrarle el culo al puto del profesor? No, ya veo que no - negó con la cabeza.

- ¿Cuando yo le enseñé el culo al profesor? Explícame - lo miré mal.

- ¿Qué no? Acho entonces todos en el salón veíamos mal porque cada vez que pasabas frente a él le meneabas ese culo para que él se fijará en tí. Por eso pasaste.

Me miraba muy molesto.

Creo que no fuí muy discreta como pence y eso que estaba muy pendiente de mi alrededor. No es mi materia favorita, tenía que hacer algo, no?

Reí.

- ¿'Tas celoso mi amor? - le apreté la mejilla - Dale, nene - le picó un ojo y sonrió, tal y como lo hacen cuando me quiere convencer en algo - Tenía que hacer algo o que querías ¿Qué raspará? Jamás.

- Chica, no estoy hablando de que rasparas, digo que no tenías que hacerle todo ese show a ese cabrón y frente a todos.

- Culpa de mi falda - me encojo de hombros.

- Culpi di mi fildi - imita mi voz y me reí a carcajadas - Al carajo la falda, no está bien lo que hiciste - me señala con su dedo índice.

- Bueno ¿Que quieres que haga? No tengo culpa que el condenado esté bueno - me mordí el labio

- Lo que quiero e' que no lo vuelvas hacer ¡Puñeta! - grita - Con nadie más.

- Si, ajá - giré los ojos.

- No lo hagas otra vez.

Acentí cruzándome de brazos.

- Bueno, vine para que me ayu...

- No, ni creas que te voy ayudar - muelvo el dedo negando y me giro para tirarme en la cama y volver a dormir.

- Mira chica, no me ignores - dice sentándose en la cama - Te juro que será la última vez - toca mi espalda.

- Eso ya lo había escuchado antes - agarré una almohada y la abracé - Es más, dile a una de tus jevitas que te ayude, ve y fastidialas a ellas - moví mi mano para que se fuera.

Escuchó como empieza a reír, es que eso le pasa por bruto, por no pensar con la cabeza de arriba, si no con la abajo y ahora está sufriendo las consecuencias.

Si aquí él es así, no me quiero imaginar cómo era en PR.

Jefnier se acuesta a mi lado, pasa su brazo por mi cadera y se apega más a mí. Siento su respiración en mi nuca, él sabe perfectamente que no me gusta que hagan eso porque me causa cosquillas.

Me muevo inquieta y deja de respirar ahí.

- Anda, no seas así conmigo - susurra en mi oído seguido de un beso en mi cuello.

Mi estómago se revuelve y me aguanto las ganas de reprocharle.

- Tengo que pasar esa clase, mis padres había hablado conmigo que si raspaba una me mandaban de regreso a PR y serán más estrictos conmigo con el tema de los estudios - Jefnier se levanta un poco para mirar mi cara, lo miró y me encoji de hombros - Ah... ¿No te importa? - alza las cejas y abre un poco sus labios.

Dejé de mirarlo y busque el control del tv por la cama, cuando lo encontré la encendí y busque alguna película ignorando a Jefnier.

- Mera, te estoy hablando - agarra mi cara cuidadosamente con su mano derecha haciendo que lo mire - ¿No te importa que me vaya? - dice serio.

- Jefnier, no me importa - giró los ojos - No es mi problema de te la pases haciendo otras cosas y no le pares a los estudios.

- Pero a mi sí me importa porque no quiero que me separen de tí - dice más alto y molestó.

Me quedé sorprendida por lo que escuche ¿Él no quiere qué? Entonces quiere decir ¿Qué siente algo por mi? No Andrea, te quiere como amiga, eso lo dijo es para que finalmente lo ayudes con la tarea. A él solo le importa los culos que tiene, tú no le importas a él, dice la voz en mi cabeza.

Y si en verdad me quisiera no estaría aquí diciendo que lo ayude con su tarea y buscaría a otra persona para que lo ayudará.

Pero como siempre me busca a mí por interés y a las otras le dice un par de cosas al oído y ya se va con ellas.

- Pero eso lo hubieras pensando antes de que te la estes pasando por ahí con cualquier carajita que te pasará por el frente - dije quitando su mano bruscamente de mi cara y levantarme para salir de mi habitación.

- Mera, ven pa' ca - grita desde la habitación - ¡Andrea! - ignoró sus gritos y me dirijo para la cocina.

Si el sabía desde el principio que no podía raspar ningúna clase, entonces ¿Por qué lo sigue haciendo? Ahh claro, sus ganas son primero, bueno ahora que se joda.

Abrí la nevera para buscar una lata de refresco de uva, la tomó y voy para la barra y me siento a comer mi desayuno tranquila.

Mi madre debe de estar en el gym llevando su vida proactiva al mil y yo aquí, como una vaga, gorda y comiendo pan con refresco.

¡Buenas vibras!






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Juntos .Lunay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora