Juntos .Lunay.

EPÍLOGO

1 mes después

Los Ángeles, California

- Andrea - dice Jeimaris  por la vídeo llamada que estamos haciendo - ¿A dónde fuiste?

Tuve que dejar la vídeo llama y salir corriendo para el baño de mi habitación y vomitar todo lo que había comido en el desayuno.

- Mierda - me lave la boca y luego me volví a cepillar los dientes.

Ya llevo tres semanas en ésto y no paro de vomitar, al principio pensé que era nada más una comida que había comido y me callo mal, me negué a ir al médico por eso.

Pero ya creo que es mucho tiempo como para que mi estómago no digiera la comida.

Ya lista, volví a la vídeo llamada.

- Lo ciento, Jei - me senté en la cama y coloque la laptop en mis piernas.

- ¿Qué te paso? ¿Por qué desapareciste así de la llamada? - dice Jeimaris sin entender nada.

- Nada solo que me he estado sintiendo mal, pero no te preocupes luego iré al medio - no quise decir más para que no se preocupe tanto.

- Ahh... - asiente nada convencida.

- Bueno, cuéntame ¿Cómo la pasaste en fiesta? ¿Bailaste con algún chico lindo? - sonreí moviendo mis cejas de arriba a bajo.

- ¡Sí! El party fue brutal...

Me contó lo bien que la paso en la fiesta, bailo con un tal chico Esteban, es el que le gusta porque me contó maravillas de él.

Luego de un rato tuvimos que cortar porque debía de hacer unas cosas de la marca.

Me encontraba en mi despacho aquí en mi casa, terminando el catálogo del mes de Diciembre para luego enviárselo a Marco para que el diera las indicaciones allá en Milán.

Le escribí todas la indicaciones como ya lo teníamos pautado desde el principio y se lo envíe por correo.

Hice un par de llamadas de trabajo también.

Todo mi día fue así en trabajo.

De pronto alguien toca la puerta.

- Pasa - dije y dejé el celular en el escritorio.

Es mamá.

- Hola, mi amor - dice con una sonrisa en la cara - ¿Cómo estás? - se acerca a mi y le saluda con un beso en la frente luego se sienta en unos de los asientos frente al escritorio.

Dí un suspiro.

- Nada, aquí trabajando - me encogí de hombros.

- Mmm, ¿ya llamaste al doctor? - me pregunta con autoridad de mamá.

- Si, ya llame y pedí una cita para mañana.

- ¿Quieres que te acompañe?

- Si quieres - me encogí de hombros.

- Si, y de paso vamos y vemos unas tiendas nuevas de bebé que abrieron por aquí cerca, me las recomendaron y me dicen que son espectaculares - dice muy emocionada.

- Mamá - negué - ¿Qué? - no entendia - A ver, ¿Quien dijo que yo estoy embarazada? No lo estoy - dije muy segura.

- Si y yo nací ayer - dice como si estuviera loca - Por favor Andrea, es obvio que estás embarazada - se cruza de brazos al igual que sus piernas.

- No... - dí un suspiro y me levanté de la silla - No lo sé, bien - llevé mi mano derecha hasta mi cien, está volviendo el malestar.

- Tú no pero yo sí.