Juntos .Lunay.

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11 de Noviembre de 2018
Milán, Italia

Algo choco contra mi cabeza haciendo que despertara, pero más eran mis ganas de seguir durmiendo que cualquier otra cosa.

- Levantate perra - gritaron y luego sentí otro golpe en mi cabeza.

- Mmh - me moví para cambiar de posición para seguir durmiendo.

- No si - dijo indignada.

Ya sabía quien era.

No guante las ganas de reirme un poco, mi posición boca abajo y parte de las sábanas cubrían mi cara logrando que no viera mi gesto.

- Andrea, marica despiertate.

Sentí como parte de la cama se undia y luego empezaron a saltar sobre ella.

- Le - van - ta - te - decia mientras saltaba.

Hasta este punto era obvio que ya estaba despierta, solo que vuelvo y repito, mi flojera es más poderosa.

- ¿Será que le echamos agua? - dice otra voz familiar.

Y fue ahí donde mis sentidos se alertaron y me levanté de inmediato.

- NO - dije de golpe - Ni se te ocurra - miré con los ojos abiertos a Daniela.

- Al fin.

De pronto apareció Oriana por la puerta de la habitación con dos paquetes de Oreos mientras se terminaba de comer un paquete.

Mire hacía arriba y Camila aun seguía saltando mientras me miraba con una sonrisa.

- ¿Qué hacen aquí? ¿No deberían estar estudiando? - dije mirandolas desconcertante.

Daniela se sento frente a mi, me acomode sentándome mejor y reposando mi espalda en la cabecera de la cama.

- Si, pero no - dice Daniela asintiendo.

Frunci el ceño.

- ¿Cómo así? - dije mientras me tallaba un ojo.

- Que no estamos aun de vacaciones, solo que hablamos con la directiva de la universidad para que nos dieran una semana antes de que comenzarán las vacaciones y nos lo asignaron - dice Daniela explicando y al mismo tiempo agarrando un paquete de Oreos que le esta dando Oriana.

- Mmm ya - dije después de entender un poco la situación, pero se que esconden algo estas locas.

Busque con la mirada mi celular que por cierto estaba sonando, me incorporé un poco y lo vi en el otro extremo de la cama del lado de Omar.

- ¿Ya puedes dejar de saltar? - dije estirandome agarrando el celular.

- No - dice Camila siguiendo saltando.

- Deja de saltar que me vas a romper la cama, coño - grité mientras la miraba.

- No se va a romper, y si asi lo fuera, qué tanto si tienes rial para comprar otra - da una risita.

- Camila, no es el caso - la fulmine con la mirada posandola en el celular.

- Chama verdad, calmate - le dice Oriana a Camila y fue donde ella paró sentándose al lado de Daniela.

Una llamada de Carlos apareció y contesté.

- Hola.

- FELIZ CUMPLEAÑOS A MI AMOR MÁS GRANDE QUE TENGO - grita a penas que me escucha hablar.

Riéndo puse la llamada en Speaker para que las chicas escucharan.

- Gracias mi amor - di una risita.