Juntos .Lunay.

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Por suerte ningún carro de policías nos perseguía, aún.

Jefnier manejaba como si fuera un fugitivo que acaba de robar un banco, repasaba los autos a toda velocidad y eso me ponía muy nerviosa llevándome a pensar lo peor.

- ¡Jefnier para el carro de una maldita vez!

Ya estaba molesta de su comportamiento, ya ésto se fue a lo extremo.

No sé para donde me llevaba sólo se que ya no estábamos en Caracas, estamos rodeados de puro monte y ya estaba oscureciendo.

El pitido dejo de sonar ya, menos mal porque ya no lo aguantaba y estaba que me tiraba por la ventana.

Él sabe el riesgo que está corriendo en irse así de la nada de su casa, lo pueden meter preso y deportar a su país natal.

Pero creo que eso es lo menos que le importa a Jefnier porque se ve seguro de lo que está haciendo, pero presiento que algo malo pueda llegar a pasar.

Jefnier se desvio de la carretera principal a una de tierra.

- ¿A dónde vamos? - lo miró desconcertada. No dice nada - ¡Me puedes decier a donde me llevas! - le doy golpes en su brazo derecho, estoy muy molesta y ésto era lo mínimo que podía hacerle, ya que manejaba.

- Ey, Ey - me mira rápidamente y vuelve a mirar la carretera - ¡Ya! Me estás pegando duro - con su mano trata de detener mis golpes.

- ¡No me importa y me dices ya a donde carajos me llevas! - grité.

- No grites - dice tranquilo.

- ¡ME SABE A MIERDA SI GRITO O NO! ¡Detén el carro que me quiero bajar! - lo mire enojada.

- Chica pero... bajale, no ves que estoy manejando y podemos tener un accidente si sigues gritando de esa manera.

- ¡Ay siii mirá quien lo dice! ¡El que se montó en el carro de su EX suegra y empezó a manejar como que si estuviera en Rápidos y Furiosos llevándose a su EX novia a no sé donde! - dije ironica.

- ¿Qué querias que hiciera? ¡¿Crees que verte después de un mes de repente en mi casa y no poder hablar es fácil para mi?! ¡Pues dejame decirte que no! - negó con la cabeza.

- ¿De qué quieres hablar? No tenemos que hablar nada porque TU Y YO YA NO SOMOS NADA - dije mirandolo de perfil.

Ni yo misma me creo haber dicho eso.

Jefnier hizo una mueca.

- Si, si es verdad, pero me puedes explicar ¿Por qué le handas escribiendo a mi hermano? Y no me vengas con unas de tus mentiras porque ya me las sé - para el auto en medio de la carretera de tierra y me mira molesto.

Coño ¿Cómo sabe que Jeimax y yo seguimos en contacto?

- ¿Y tú como sabes que estoy hablando con Jei? Ahora te da por revisar teléfonos ajenos - alce una ceja cruzándome de brazos.

- Yo no revise ningún teléfono, él lo dejó desbloqueado y vi que le llego un mensaje tuyo, asi que no envites mi pregunta - fruce el ceño.

- Nada, eso no es problema tuyo - lo fulmine con la mirada y fije mi vista al frente.

Ahora si es verdad, duda que su hermano y yo tengamos algo. Nunca creí eso de Jefnier porque desde un principio él sabe que me llevé bien con su hermano, al igual con su hermana, puede que cuando le hacíamos bromas a Jefnier nos pasábamos un poco y el día de la playa no cuenta porque el y yo no éramos nada.

Nos quedamos un par de minutos mirandonos, no sé que es lo que quere de mi.

¿Qué volvamos? No lo haré, por más que me duela, nuestro tiempo ya paso.