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Mi cuerpo se eriza al escuchar esa voz de repente.

Dejó de mirar el teléfono y me giré.

- ¡Carlos! ¿Qué haces aquí? - dije nerviosa por que esté aquí.

Volteé rápidamente hacia el pizarrón, la profesora estaba empezando a escribir la clase, y supongo que con tanta bulla en el salón ni siquiera se fijó de que Carlos había entrado.

Esté no es su salón y si la profesora se entera de esta aquí le citará el representante, van contra las normas.

A él le vale verga porque sus padres tienen bastante dinero y con eso tiene con que sobornar a los directores y toda esa gente.

Él está en 4to. Año y yo en 2do. Año.

Y sí, se ve feo que uno de camisa beige este en un salón de camisa azul, pero como ya dije, le vale.

- Relájate, ella ni siquiera se dió cuenta cuando entré - apoya su peso sobre la mesa inclinándose un poco hacía mi.

Acomoda mi cabello detrás de mí oreja izquierda.

Él siempre es así conmigo.

Desde que nos conocimos en primaria siempre me ha tratado diferentes a las demás muchachas que conocé.

Incluso hasta las novias las trata diferente a como me trata a mí.

Hubo un caso de su última ex que lo dejó porque  ella le había escrito para ver si la podía ir a buscar a su casa en el carro, para ella no llegar sudada y con olor a humor de carro al liceo.

La típica fresa que solo le importa ella y nadie más.

Mi amor, si no quieres llegar sudada o con olor a humo de carro al liceo, dile a tu papá que te traiga o que le pagué a un taxista de confianza que te traiga al colegio y listo

A no... Pero ella quería que el novio la fuera a buscar y Carlos le dijo que no podía. Al siguiente día a esa niña casi le da, casi le da no ¡Le dió un ataque! Que cuando me vió llegar con Carlos en su carro, empezó con un drama que porque si yo te había dicho que si me podías ir a buscar y me dijiste que no, yo soy tú novia ella no y bla bla bla... Y bueno paré usted de contar.

Carlos incluso me defendió por las cosa que estaba diciendo de mi y en ese momento terminaron.

Creo que ya no se hablan y eso que estudian en el mismo año y en el mismo salón.

Lo cierto es que Carlos conmigo siempre ha sido buena persona, no hemos sido novios ¡Nunca! Pero siempre me regala algo aunque sea un chocolate, normal en él.

¿Y yo a él? Nada, solo mi gran aprecio hacia él.

- Mira... Te estoy hablando - pasa varias veces su mano frente a mis ojos sacándome de mis pensamientos.

- ¿Ah? - parpadeé varías veces - ¿Que dijiste? - lo miré atenta.

- ¿No me estabas escuchando? - frunce el ceño - Dale pues, si va - se levanta y antes que pasará frente a mí tomé su mano pero se safa.

- Carlos ven - lo llame antes que saliera del salón - ¡Carlos!

Me molesto un poco su actitud, a veces puede ser muy egocéntrico.

No le pare mucho y empecé a copiar lo que había copiado la profe en el pizarrón.

___

Terminó la clase de Biología, era hora de desayunar, todos estaban recogiendo sus cosas y saliedon del salón menos yo y el chico nuevo que está sentado a cuatro pupitres frente a mí.

Oriana me dijo que ya regresaba porque iba a comprar su desayuno en la cantina del liceo, yo acentí con la cabeza.

Saqué mi desayuno y empecé a comerlo.

Me le quede mirando al muchacho ¿Cómo es que se llama? ¿Yafniel? ¿Yonier? No sé.

Para no ser mala compañera, me levanté con mi desayuno en mano y me acerque a él.

Me siento en el pupitre vacío adelante de él, veo que estaba mirando su celular, pongo mi cooler en la mesita de él llamando su atención.

Alzó la mirada de su teléfono y me miró, yo le sonreí.

- Hola ¿Qué tal? - dejé amigable - Me llamo Andrea, un gusto - extendí mi mano en forma de saludo.

Miró mi mano rápidamente, estrecho la suya igual tomando la mía mirándome directamente a los ojos.

Era de manos grandes y suave.

- Un placer, me llamo Jefnier - sonrió mostrando sus dientes y achicando sus ojos.

- Un placer - deje de tomar sus mano para empezar a comer mi desayuno.

Noté que él no estaban desayunando.

- ¿Trajiste desayuno?

- Ehh, no - negó sonriendo a medias.

Miré sus labios, rosados y bien carnosos. Él debe ser un buen besador y más por lo pícaro que es.

- Qué te parece si te acompaño para que compres tú desayuno? Y así te muestro parte del colegio - me levanté y tomé mi cooler de su pupitre.

- Si, está bien.

- Vamo' - salimos del salón.

En el transcurso para ir a la cantina le mostraba algunos salones que quedaban cerca, la cancha de fútbol, la cancha de básquet y también le presentaba a amigos de otros grados.

Llegamos a la cantina y él pudo comprar su desayuno luego nos fuimos a sentar a unos bancos que quedaba cerca y empezamos a desayunar en completo silencio, veíamos a los chamos caminar de un lado a otro.

No era para nada incómodo.

De ves en cuando cruzamos miradas, ninguno de los dos decía nada.

- No muerdo, tranquilo - dije cuando volvíamos al salón.

Él me mira y se empieza a reír.

- Se que no lo haces - ríe.

- Es bueno que lo sepas.

Ya en el salón, cada uno se fue a su puesto para poder ver la siguiente clase.




___.

Está novela está escrita como son las cosas aquí en Venezuela, no sé si en su país sea algo parecido en lo que estoy escribiendo, esto es pura realidad.

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Juntos .Lunay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora