Min Yoongi es un chico de veintidós años, quien posee un poder que ni él mismo comprende, pero sabe que una parte es salvación mientras que la otra es destrucción.
Ni en sueños quiere ser héroe, ni mucho menos un villano. Su forma de pensar cambia...
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Jin salió de su escondite cuando terminó aquella masacre. Miró a su alrededor, con el olor metálico y fresco de la sangre mezclándose con la tierra. En una esquina decidió vomitar, las náuseas pudieron con él. Era demasiado hasta para él, quien ya había estado en un campo de batalla de esa manera. Una vez que se calmó, analizó la situación en la que se encontraba. Respiró tranquilo y pensó, era algo tan espeluznante. Abrió un portal, miró hacia atrás antes de entrar a él.
"Una vez sea el momento, ven a mí"
Salió del portal, estaba en medio de un callejón, alumbrado por sólo una vieja lámpara. Miró a los lados hasta que le hablaron desde el fondo de una pila de basura.
— Si has venido, es porque las cosas allá se pusieron mal— dijo Oh Jun saliendo de su escondite, con una capucha negra cubriéndole. Sus ojos plata resplandecían entre la oscuridad que se formaba por la capucha.
— Como dijiste, todo sucedió. Pero, ¿porque pediste que volviera? Recibí tu mensaje a último momento— Seok Jin recuerda una lejana conversación que tuvo con Jimin una de las noches que se quedaban hasta tarde hablando a espaldas de Yoongi.
"No se lo digas a nadie, pero tengo tantas cosas guardadas que soy incapaz de decirles a todos. En especial a Yoongi y al doctor. Te lo digo a ti, porque esto te involucra y sobre todo, porque eres alguien en quien puedo confiar. No me queda tiempo antes de que mi núcleo colapse, así que haré lo posible por terminar lo que Oh Jun empezó. Vuelve al año 2062 a esta dirección. Ahí encontrarás a Oh Jun y ella te dirá lo necesario para terminar con lo que se avecina."
— Las cosas hubieran sido diferentes si nunca hubiesen existido los hydes. Si nunca LIE se hubiera creado. Tantas cosas estarían en paz y calma, con el mundo girando normalmente. Ahora, los minutos para el final están contados— dirigió su fría mirada a Seok Jin—. Seok Jin, esta es probablemente tu última misión. Esto es algo, que sólo tú y Jimin deben hacer. ¿Entiendes?
Seok Jin no reaccionó de ninguna manera. —Lo haré, todo por salvar a la humanidad.
...
Jimin alzó la cabeza, con sus ojos plateados brillando entre la oscuridad. Escuchó pasos venir, por la puerta entró un ryde y lo tomó de su cuello levantándolo fácilmente. Lo arrastró fuera de la celda a través de los largos pasillos del laboratorio LIE. Llegaron al laboratorio principal, donde al entrar todos los científicos ahí miraron atónitos al recién llegado. Jimin no podía ver nada, sólo escuchaba murmullos comprendiendo que estaban hablando de él. Lo lanzaron como cualquier cosa, cayó al suelo lastimándose sus piernas por caer sobre ellas.
Yoon Chul salió de entre el resto y se apresuró a ir con Jimin, pero la autoritaria voz de So Ji Sub lo frenó.
— Déjalo, no lo toques— ordenó acercándose al peli plateado. Se hincó a su lado, tomándolo de su cabello y levantando su cabeza hacia todos. —Quiero que miren bien, en especial tú— señaló a Yoon Chul—. Quiero que hagan a alguien igual a él. Saquen su núcleo, extraigan sangre o sus células, ¡pero quiero uno ya!
