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Con su cuerpo lleno de dolor y sangre escurriendo de su frente, no dudó en levantarse e ir hacia aquella persona que estaba a unos metros alejado de él. Arrastraba sus pasos con pesadez debido al incesante dolor que en sus piernas había.

— No puedes, no puedes...— susurraba con tristeza.

Entre los escombros se movió con dificultad hasta que llegó al cuerpo, se dejó caer de rodillas. Con cuidado tomó el cuerpo y lo acurrucó entre sus brazos.

— No puedes, no puedes. ¡NO PUEDES DEJARME SOLO!— comenzó a derramar sus lágrimas como nunca antes mientras llamaba a gritos a su madre—. ¿Por qué te vas? ¿Por qué te vas? No me dejes aquí solo...

Acurrucó el frío y dañado cuerpo de su madre, no quería perderla, no a ella, la única persona que nunca lo tomó como un monstruo.

— Te amo, te amo, mamá te amo, llévame contigo...— miró a su alrededor, el edificio estaba totalmente colapsado y sólo podía ver poca gente tratando de salir de los grandes pedazos de concreto.

Había sido un ataque, alguien había atacado de repente el lugar. Él sólo había visto una estela en el cielo y después de ahí todo se volvió un caos.

A lo lejos vio una figura que aparecía entre los edificios caídos. Era él. Esa persona se detuvo y miró a su alrededor el desastre.

— Llegué tarde— susurró.

Yoongi nunca olvidaría aquellas palabras de arrepentimiento que tanto asco le dieron. Nunca olvidaría que por culpa de esa persona, su madre había pagado las consecuencias.

...

Yoongi estaba en un lugar alejado de la ciudad, el funeral de su madre había sido sencillo porque siempre habían sido ellos dos. No quería escuchar las palabras de lamento y pena de las demás personas que ni cercanas habían sido. Detestaba que la gente fuera hipócrita ahora que ella estaba muerta.

No la apreciaron en vida y ahora vienen con sus estúpidas palabras, que imbéciles son todos.

— ¡MALDITOS SEAN TODOS! ¡OJALÁ SE PUDRAN EN EL INFIERNO HIPÓCRITAS DE MIERDA!— gritaba desesperado a la nada como si quisiera que sus gritos llegaran a aquellos que odiaba—. ¡ELLA NO HIZO NADA! ¡ELLA NO TENÍA LA CULPA! ¡ES MÍA Y SÓLO MÍA!— se dejó caer al suelo de rodillas y empezó a llorar de coraje—. Yo la maté, yo fui el culpable...yo no deseé ser así— apretó sus puños con fuerza hasta que sus uñas se enterraran y saliera sangre de sus palmas.

A su mente vinieron recuerdos fugaces de su niñez, recuerdos tan turbios y oscuros, pero con la sensación del dolor muy vívido. Alzó la manga de su chaqueta y ahí vio la marca negra con tonos plateados que abarcaba desde su muñeca hasta su cuello.

"Hijo, hace calor afuera, quítate ese suéter de tortuga."

"Lo siento mamá, sabes que no me gusta que vean la marca. Es fea."

"No lo es. Para mí es muy hermosa y creo que hay personas afuera que deben pensar lo mismo."

Negó con la cabeza desapareciendo las palabras cálidas de su madre. Ya no había nadie que pensara que esa marca fuera bella. Volvió a gritar, de impotencia, dolor, enojo, odio. Se odiaba a sí mismo, a su monstruo interno tan peligroso y dañino.

El suelo comenzó a partirse, los árboles se mecían con fuerza debido al feroz viento que comenzaba a soplar y los remolinos a su alrededor empezaban a aparecer. Un aura oscura con rayos blancos emergía de su cuerpo, no pasó mucho hasta que los árboles se empezaron a romper como si fueran simples pedazos de cartón.

BLACK - HERO (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora