🔪capítulo 20🔪

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Almas destinadas

Sábado por la noche, Jimin había decidido quedarse en una de las habitaciones de la universidad, no le gustaba molestar a sus amigos, por más que ellos dijeran que su presencia no molestaba.

Tenia muchas cosas por resolver, pero solo lo lograría si estaba solo.

Su estómago rugía, eran tarde por la noche y hace rato que había encargado el delivery que no llegaba.

Bajo el volumen de la música al escuchar como la puerta era tocada, se aproximó hasta esta, solamente tenía una camisa blanca holgada y un bóxer.

Abrió, esperando encontrarse con el repartidor, pero en cambio se encontró con nada.

Cerró, lentamente, sintiéndose algo confundido. Pero cuando iba a girar, la puerta volvió a abrirse de golpe.

A Park solo le bastó ver un antifaz y una cabellera rubia para comenzar a correr en dirección a su cuarto.

Un portazo más tarde, su brazo fue tomado bruscamente, para en un instante ser pegado contra la pared.

Suga tapo su boca con su mano disponible.

-¡Calmate, maldita sea!, ¿puedes escucharme un puto segundo?- masculló, intentando dejar quieto al menor, que gruñia como fiera, tratando de liberarse.

-VETE AL DIABLO- exclamó, mordiendo la mano del asesino tan fuerte que sintió el sabor metálico de la sangre antes de que el pálido se separara mientras maldecia.

Jimin pateó su estómago, estampandolo contra la otra pared del pasillo. Volvió a correr en dirección a su cuarto, sacando un cuchillo de abajo del colchón.

Al girar, con el arma alzada, Suga tomó sus brazos, forcejeando ya que el menor deseaba con todo su ser undir el filo en la carne de aquel sujeto que le hizo tanto daño.

-Carajo, ¡escúchame!- bramo, tirandolo a la cama, seguían peleando por el arma blanca, aunque ahora el homicida estaba encima de él

-NO TE VOY A ESCUCHAR UNA MIERDA HIJO DE PUTA- Gritó, golpeando su entrepierna, aprovechó el momento de distracción y cambió de posición, ahora él se encontraba a horcajadas, haciendo fuerza para aproximar el cuchillo hacia la garganta del mayor.

Una risa ahogada salió de su garganta.

-¿no es divertido? ¿Verdad?, puedo acabar con tu vida en cualquier momento, cortarte en pedacitos, rebanar tus dedos hasta que te desmayes del dolor, hacerte sentir un poco de todo lo que sentí- gruñó, la fuerza de Suga no dio para más y el metal brillante se encontraba rozando el cuello del rubio -tu no tienes una maldita idea de todo lo que pase hasta llegar aquí, ¿quieres aparecer de repente y hacerme daño una vez tras otra?, no lo permitiré de nuevo, nunca, ya no más, ¡ESE JIMIN SE FUE Y NO REGRESARÁ!-

-Hazlo- desafío el mayor, dejando caer sus brazos, respirando entrecortado, Park bajo la mirada, dándose cuenta que su ropa estaba manchada de sangre en el pecho, había sido apuñalado -acaba con esto de una maldita vez, no habrá mejor placer para mí que terminar mi vida bajo tus manos, Jimin-

Las lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas del pelirosa, sus manos comenzaron a temblar.

-quiero hacerlo, quiero matarte, acabar con todo esto de una maldita vez, pero duele- sollozó, apretando el cuchillo con más fuerzas, su corazón se estrujo, el lobo en su interior aullaba de angustia-, ¿porque quiero lastimarte tanto pero no puedo?, ¿qué estoy haciendo?, ¿qué me hiciste?, ¿quien mierda te crees que eres?-

El mayor suspiró, sacando lentamente el arma de las manos del menor, para después tirarlo por algún lado, Park tapó su rostro mientras lloraba, con algo de esfuerzo Suga pudo sentarse , abrazando al menor.

-lo siento- susurró el mayor abrazando el cuerpo, su acompañante pudo sentir la sangre mojar su propia camisa - nunca me pasó algo así, no se que carajo hacer y tengo miedo-

El menor sorbió su nariz, tratando de calmarse.

-cuando dijiste que no querías verme nunca más, enloqueci, jamás pensé que caería tan bajo por un omega, estaba asustado- reveló, dejando impactado al menor - estaba asustado porque me di cuenta, eres mi alma predestinada Jimin-

Estas palabras removieron el interior del ya dicho, sabía que Tae le había hablado de eso y de pronto todo empezaba a encajar.

El adelanto de su celo, la inexplicable atracción, el deseo de tenerlo junto a él constantemente.

Todo indicaba que era cierto, sus seres estaban mucho más conectados de lo que ambos pensaban

-se que no justifica lo que hice, pero te pido que me entiendas, creí que se había acabado todo- habló, suavemente restregando su nariz contra el cuello del moreno - y los que te hicieron esto, fueron unos aprendices, conocidos como los trillizos del diablo. Los dos que quedan fueron encerrados en el cuarto más frío y sucio que encontramos, rodeados de cuerpos en putrefacción hasta que tu decidas que hacer con ellos-

El menor no supo que decir, Suga estaba dispuesto a sacrificar gente de su grupo solo por él.

-¿porque?, de tantos omegas en el mundo, ¿porque yo?, solo quería tener una vida normal por una maldita vez- murmuró, mirándolo directamente a los ojos, sus oscuros y profundos orbes hipnotizante.

-no lo , yo también me lo pregunté, pero no me arrepiento- respondió, tomando la cara de su compañero entre sus manos- pero, si me das la oportunidad, te protegere y amaré como nadie más lo hará, seras completamente mío y yo tuyo, te convertiré mi rey, ¿qué dices?-

La mente de Park era un revuelo en este momento, no sabia como expresar tantos sentimientos confusos.

Sin previo aviso, el peliblanco posó sus finos labios sobre los de su acompañante, saboreandolos, permitiéndose solucionarlos mientras proporcionaba leves mordiscos.

El cielo, esas eran las palabras perfectas para describir los abultados belfos del menor, nada a su alrededor podía afectarlos por estar en ese simple detalle.

Pero al sentir la punzada sobre su pecho recordó su herida allí, soltando un gruñido inconsciente.

-oh mierda, ¿cómo te hiciste esto?- indagó Park, separándose para ver mejor, desabotono la camisa contraria permitiéndose apreciar con claridad la herida, se veía bastante fea.

-un maestro quizo revelarse contra mí, trato de matarme pero no tuvo oportunidad- respondió, sacándosela, para después dejar un casto beso antes de dejar al menor en la cama para después levantarse de esta.

-¿porque revelarse?, ¿acaso eres de un rango alto?- preguntó, algo confundido, Suga rió mientras se sacaba la camisa, tirando la al piso.

-yo soy el líder de todos, cariño-










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Suga mafioso jajaja.

Saluditos a
AliWhells

Nos vemos en la próxima actualización de

Entre Hojas y Tinta

Saludos, D

《ᎪՏᎬՏᏆΝϴ ᎠᎬ ᏞᎪՏ ᏟᎪͲᎪᏟႮᎷᏴᎪՏ 》 ||ᑭᗩᖇᏦ ᒍᏆᗰᏆᑎ & ᗰᏆᑎ ᔑᑌᏀᗩ|| ϴᎷᎬᏀᎪᏙᎬᎡՏᎬ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora