《ᎪՏᎬՏᏆΝϴ ᎠᎬ ᏞᎪՏ ᏟᎪͲᎪᏟႮᎷᏴᎪՏ 》 ||ᑭᗩᖇᏦ ᒍᏆᗰᏆᑎ & ᗰᏆᑎ ᔑᑌᏀᗩ|| ϴᎷᎬᏀᎪᏙᎬᎡՏᎬ ||

🔪Capítulo 26🔪

Reflejo del pasado.

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Un pequeño Jimin de 9 años jugaba animadamente en una sala colorida, siendo vigilado por tres adultos detrás de una ventana.

—entonces, ¿qué le pasa a nuestro hijo, doctor?— preguntó su padre, abrazando a la mujer junto a él.

—siéntesen por favor, señor y señora Park— pidió, señalando su escritorio, ambos obedecieron, temiendo a lo que el psiquiatra podría decirles.

Carraspeo su garganta mientras les entregaba una hoja con el diagnóstico de su hijo.

—Jimin tiene un raro desorden neurológico propio de los licántropos que hace que la personalidad de su lado lobezno actúe de una manera muy diferente a su persona principal,  algo pasó cuando su hijo era más joven, cosa que provocó que su mente diera un vuelco, una de las personalidades es la verdadera, la otra fue formada por su entorno, me inclino más a que el lobo de su hijo es la personalidad original, ¿pudo haber pasado algo traumante en su pasado?— indagó, los padres se miraron entre si.

—Jimin era muy problemático desde que nació, golpeaba a los demás y siempre era agresivo, lo consideramos normal porque en ese momento teníamos otro hijo, que nació con Leucemia, murió cuando Jimin tenía 5, desde entonces nunca más volvió a gritar, mordernos ni tratar mal a nadie, era como si nos hubieran cambiado de hijo— respondió la mujer, viendo a su niño jugar inocentemente dentro del otro cuarto.

—Jimin reaccionó psicológicamente al dolor que ustedes estaban sintiendo, cambio su personalidad para hacerlos felices a ustedes, pero su lobo se negó, ahora sus personalidades están tan fragmentadas que puede ser peligroso para su salud mental— explicó, haciendo anotaciones en una libreta.

—entonces, ¿que hacemos, doctor?– preguntó el padre, angustiado.

—ustedes vinieron aquí porque lo encontraron desgarrando un gato, eso fue un arranque de ira de parte del lobo, si sigue así puede llegar un punto donde ambas personalidades se fusionen, dejando a la predominante sobre ambas, temo que el lobo gane, lo que yo recomiendo es comenzar un tratamiento especial para su hijo, tratar de apagar lentamente su otra personalidad, dejando la buena solamente; pero para eso debemos privar a su hijo de cualquier estímulo que pueda llegar a tener impactos en su tranquilidad, ya que podrían provocar otro arranque y dudo que la próxima vez se limite a un gato— explicó, deslizando una hoja por el escritorio, que decía la cantidad de medicamentos que tenía que tomar y los días que recibiría terapia de un psicólogo.

—lo que sea para ayudar a nuestro hijo— habló ambos afirmaron.

— no podrá salir a la calle, jugar con otros niños, ir a la escuela, en general no salir de su casa, tendrá que estudiar en sus interiores, limitar su contacto con otras personas será lo más apropiado, también diría que le compren muchos libros y permitan de 1 a 2 horas en internet a lo mucho— comentó.