Viejos conocidos
Park bostezó, sintiendo como miles de escalofríos recorrían su cuerpo, se estiró sobre el asiento mirando la hora en la computadora del señor que estaba a su lado.
Estuvo casi 10 horas en ese maldito avión, de las cuales la mayoría estuvo dormido, podía sentir su trasero aplastado contra la silla.
Afortunadamente quedaba poco para llegar.
Se acomodó en el asiento, tuvo el instinto de buscar su teléfono en los bolsillos de su pantalón, pero recordó que lo había dejado en su casa, debido a que era un regalo de Suga.
Escuchó como la azafata decía por el alta voz que ya iban a aterrizar en varios idiomas, dejando instrucciones de que nadie se levantara, colocar sus cinturones y cosas así.
Justo a tiempo, pensó, mirando por la ventana del avión como en la densa noche se veían miles de luces de la ciudad.
La ciudad de Miami.
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Caminó lentamente por la multitud, viendo a su alrededor.
Miles de personas saliendo y entrando de lugares, todos con maletas, visiblemente apurados.
Él, con su cabello rosa aplastado por una gorra y su barbijo blanco pasaba desapercibido entre la muchedumbre.
Camino hasta la salida, encontrándo a quien buscaba; su madre.
Aquella mujer ya un poco vieja, con algunas arrugas sobre sus ojos, ropa común y sus ojos girando en busca de su hijo.
En silencio se acercó a ella, tocando su hombro para llamar su atención.
La mujer volteó, con sus perlas celestes llenas de lágrimas, acuno el rostro de Jimin.
-ya estoy en casa, mamá- comentó el menor, tomando la mano de la señora.
-ya lo sé mi bebé- respondió, con sus ojos repletos de lágrimas.-vamos, aquí no es seguro para ti-
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Ambos tardaron un par de horas hasta llegar a su casa, Park estaba en el marco de la puerta, mirando el interior de su antiguo hogar con algunos sentimientos encontrados.
Esa había sido su prisión por más de 10 años, no sabía como sentirse al entrar nuevamente.
Un paso a la vez, se adentro en la sala de estar, admirando los viejos tapices, antiguos sillones y decoración.
La madera rechina bajo sus pies, volteó, mirando a su progenitora, la mujer que lo trajo al mundo, sosteniendo su cuerpo sobre su brazo apoyado en la pared.
Se veía tan cansada y vieja.
‐¿estas bien?- cuestionó Jimin, analizandola.
Con sus ojos bondadosos y mirada triste asintió con la cabeza.
-estare bien, solamente te extrañe mucho mi cielo- dijo, limpiando sus lagrimas mientras señalaba la cocina-vamos a almorzar, prepare tu comida favorita-
-¿salmón?- indagó, la mujer asintió, sacándole una sonrisa a su hijo.
-debes estar hambriento, la comida de los aviones son horribles- comentó la señora, tomando el hombro del pelirosa mientras ambos se dirigían a la cocina.
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《ᎪՏᎬՏᏆΝϴ ᎠᎬ ᏞᎪՏ ᏟᎪͲᎪᏟႮᎷᏴᎪՏ 》 ||ᑭᗩᖇᏦ ᒍᏆᗰᏆᑎ & ᗰᏆᑎ ᔑᑌᏀᗩ|| ϴᎷᎬᏀᎪᏙᎬᎡՏᎬ ||
WerewolfLas Catacumbas de Paris, un lugar rodeado de muerte y misterios, que, entre tantos esqueletos y piedras, damos a conocer esta historia. entre sus pasadizos y secretos macabros, existe un punto de reunion, pero no uno cualquiera. Los asesinos más bus...