Mi Señora (+18)

Capítulo 42

Diamond

Cuelgo con un golpe de teléfono la llamada con el detective de mi caso, el cual me ha dicho que se debe cerrar la investigación por falta de pruebas. ¿En serio? ¿Tan incompetentes son? Levanto la mirada para ver a mi asistente mirándome con cautela.

–¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?– niego con la cabeza soltando un suspiro.

–Nada está bien, Shizu. Van a cerrar la investigación– ella abre los ojos sorprendida. Está al tanto de todo y he de decir que ha sido una buena trabajadora, ha aguantado todos mis ataques de histeria e ira.

–¿Qué vas a hacer al respecto?

–Actuar por mis medios, contrataré un investigador privado– trato de coger mi móvil pero mis manos temblorosas por la impotencia, me lo impiden –¡Maldición!– gruño frustrada.

–Iré por un té para que te relajes– dice la chica al verme tan... ¿nerviosa sería una buena palabra para definir mi estado? No lo sé.

–Gracias, Shizu– le digo con voz abatida antes de dejar caer mi cabeza en el respaldo del sillón. Estoy agotada mentalmente con todo esto.

–Vuelvo en un minuto.

La escucho salir de la oficina y dejo salir un largo suspiro. Todo en mi vida ha estado bien, lo he controlado a mi manera y de hecho, aún es así, a excepción de algo. Por ejemplo, la reforma del hotel de Pensilvania va de maravilla, incluso es posible que antes de lo pautado podré inaugurarlo, en el Holding las cosas están controladas y gracias a la dirección de Ethan, han mejorado las funciones. Pero ahora está ese maldito desvío que no me deja dormir y que por supuesto tiene nombre y apellido.

Stephen Berkeley ha venido a destruir mi perfecto reino de cristal.

¿Cómo es posible que una persona pueda aparecer y desaparecer a su antojo? ¿Sin ser descubierto y dejar pistas que lo incriminen? ¡Esto es de locos!

Solo me cuesta esperar, dejar que me sorprenda por enésima vez.

Shizu entra en la oficina con una bandeja, en ella una tetera y una taza, así como varias bolsitas de té, cubos azúcar y una cucharita. Odio tomar té.

–Gracias– le digo por cortesía y haciendo espacio en el escritorio para que deje allí la carga.

–No hay de qué, Diamond. ¿Lo preparo?

–Por favor.

Al final termino tomando el agua de manzanilla mientras reviso algunas propuestas de publicidad que me han enviado del departamento encargado de ello. La nueva imagen de mi hotel es muy llamativa y los planes de marketing que tenemos son los ideales para atraer a las personas. Incluiremos platillos internacionales en el menú, habrán bebidas en menor costo, el alojamiento incluirá más de lo que un simple hotel de ciudad ofrece y la calidad será la misma e incluso mejor.

Un correo entra a mi ordenador y lo abro para ver que el remitente es Darius Christopoulos. Con una sonrisa lo abro y voy directo al mensaje.

Asunto: El hotel

Un cálido saludo de este loco griego que un día moría por tus huesos.

Espero que te vaya bien estos días.

Aquí te adjunto un prototipo 3D que ha hecho mi equipo de animación de lo que podría ser el D&D Hotel of Athens. En lo personal me encanta.

Darius Christopoulos
Presidente de Astilleros Christopoulos
y Naviera D.C.

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