DiamondEs lunes y observo el ejemplar de Forbes que Irina ha conseguido para mí. Es increíble ver como salgo de algo bueno para entrar en algo malo. Y me refiero a que la reforma del hotel de Pensilvania va viento en popa, sin embargo el tema de mi supuesto y recién aparecido hermano, ha llenado mi cabeza de posibles escenarios que se puedan dar cuando él decida dar la cara por fin.
Después del sábado no se han registrado más conexiones con su persona, solo espero de verdad que decida aceptar las condiciones de papá, así me ahorra escándalos y temas legales innecesarios, pero el principal de mis problemas es ese: no sé lo que quiere exactamente y por los mensajes y amenazas, viene dispuesto todo.
Repaso todas las opciones que me ha dado Robert en caso de que quiera demandarme o algo y según su opinión él no tiene argumentos para reclamar el legado de mi padre ya que no lleva el apellido Hamilton. Por otro lado, debo defender mi fortuna. Para eso debo asistir a su despacho para que regular las formas. Cosa que haré hoy mismo.
Dejo la revista a un lado y suspiro audiblemente. Veo a Shizu trabajar concentrada en su portátil, hasta ahora ha sido una excelente empleada y ha realizado perfectamente su trabajo. Si la dejo sola estoy segura de que puede manejarse sin mí.
─Shizu─ la llamo y ella levanta la mirada.
─¿Necesitas algo?
─Voy a salir, ¿tengo actividades pendientes?
─Ninguna.
Perfecto. Asiento y tomo mi bolso del gancho pegado a mi escritorio.
─Bien, me voy y me llevo a Ethan, quedas a cargo.
─De acuerdo, ve bien.
Tomo mi gabardina y mi bufanda del perchero y salgo de mi oficina sin mirar atrás, no tengo tiempo para perderlo pensando. Cruzo la recepción en dirección al estudio de Ethan y entro sin tocar. Lo encuentro leyendo unos documentos con el ceño fruncido en forma de concentración. Carraspeo y levanta la mirada de inmediato, sonríe de lado y deja los papeles encima de su mesa.
─Debemos ir con Phillips─ le aviso y él levanta las cejas.
─Pensé que lo dejaríamos para luego.
─No quiero perder el tiempo, quiero proteger mis intereses─ lo veo suspirar y seguido se pone de pie.
─Bien, tú mandas. Vamos al bufete─ del respaldo de su sillón toma su saco y camina hacia mí poniéndoselo. Cuando está a centímetros de mi cuerpo me toma de la cintura y besa mis labios de una forma que me hace temblar las piernas ─Te voy a pegar una follada cuando lleguemos a casa que no vas a querer levantarte de la cama, no sabes como me pone verte en tu faceta de mujer determinada─ susurra con voz ronca que logra hacer que empape mis bragas.
─Lo estaré esperando con ansias─ sonrío seductora y siento el azote en mi trasero.
─Vámonos, amor.
Coloca su mano en mi espalda baja y salimos de su oficina hacia los ascensores, donde subimos y presiono el botón del parking subterráneo donde nos estará esperando mi chofer de turno junto a nuestro equipo de seguridad.
El camino del Holding al bufete de mi firma es de casi cuarenta minutos dentro del trafico de la ciudad y las calles resbalosas por el hielo. Cuando llegamos voy directo al despacho de mi abogado principal que está esperándome tras una llamada de la recepción anunciando mi llegada. No necesito tocar la puerta porque él se encuentra allí aguardando por mí, al verme me sonríe algo tenso y yo mantengo mi expresión neutra.
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Mi Señora (+18)
RomanceMi vida se veía envuelta en líos a cada rato, problemas económicos entre otros. Pero cuando ella llegó a mi vida, todo de repente floreció. La mujer más bella, más radiante, más poderosa, me ayudó a salir adelante. La amo con todo mi corazón, pero...