Capítulo IX

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Jinyoung suspiró mientras Seunghun jugaba con sus dedos en el sillón, estaban viendo una película con sus tres hermanos, los dos de Jinyoung y el de Seunghun, en la sala de estar de la casa de la abuela de Seunghun.

Habían llegado esa mañana a la dichosa casa. La familia Bae efectivamente había sido invitada a la casa "de verano" de la familia Kim, por la madre de Seunghun, y aunque Jinyoung ya hace años estaba suficientemente grande como para negarse a ir al viaje familiar, esa vez, para la sorpresa de su madre, dijo que no le importaría acompañarlos para ayudarla con sus hermanos, que tenían 12 y 13 respectivamente. Afortunadamente su madre no hizo más preguntas tal vez creyendo la mentira de Jinyoung.

Así fue como al llegar vio nuevamente la sonrisa de Seunghun, hace varias semanas que las clases habían terminado por lo que no había visto a Seunghun en todo este tiempo y el alivio fue casi inmediato. A pesar de que hablaban todos los días, no era suficiente, Jinyoung quería tanto besarlo, pero sería extraño enfrente de sus familias... Ojalá estuvieran a solas un rato.

Desafortunadamente para Jinyoung no estuvieron a solas en ningún momento ya que tenía la tarea de entretener a sus hermanos y hacer tareas varias, como lavar los trastes o hacer las camas en las que dormirían esas noches. Seunghun lo miraba sonriendo desde lejos, cómplice de sus pensamientos y seguramente con las mismas ganas de estar juntos.

Por eso mismo en la noche cuando sus madres se dedicaban a hacer otras cosas y los "jóvenes" veían una película en la sala, finalmente pudieron tomarse de las manos, luego de todo ese tiempo, en el sillón mientras sus hermanos se encontraban sentados en el suelo, estaban lejos de las miradas de los más pequeños. Jinyoung quería hablarle, quería besarlo, quería tocarlo pero también esto estaba bien, solo con estar en el mismo lugar parecía ser suficiente para que miles de mariposas volarán por todo su pecho y Jinyoung volvía a sentir miedo por sentir tanto, hasta que vió la sonrisa de Seunghun, entonces pensó que igual era imposible no enamorarse de ese modo.

Cuando los hermanos de Jinyoung comenzaron a caer dormidos tuvieron que comenzar a alistarse para ir a la cama, entonces Seunghun le dijo al oido que saliera de su habitación cuando todos durmieran, para estar estar juntos un rato. Por esto el corazón de Jinyoung se volvió a sacudir. Luego de esas semanas sin verlo, su cuerpo entero lo extrañaba muchísimo.

Más tarde cuando todos dormían Jinyoung se escabulló fuera de su habitación, pero Seunghun no se encontraba en la sala de estar, por lo que buscó en su habitación y entró sin tocar. Seunghun se encontraba dormido en su cama sin deshacer, seguramente esperando a que todos se durmieran pero había terminado dormido él, Jinyoung se rió ante esta imagen, incluso había dejado la luz prendida.

Se acercó al cuerpo relajado de Seunghun que ni siquiera se había puesto su pijama y depósito un suave beso sobre sus labios despertandolo de un susto.

-Ha despertado mi bella durmiente -dijo con una sonrisa.

Seunghun se rió y se sentó sobre su cama frotándose los ojos.

-Perdoname Baejin, creo que me dormí -respondió con un puchero.

Jinyoung solo le sonrió pensando en ese apodo, solo Seunghun lo llamaba así, aunque Jinyoung no era muy fan de su apodo de la infancia, escucharlo de la boca de Seunghun era tierno, porque también quería decir que lo recordaba.

Jinyoung negó un poco y se sentó a su lado.

-No importa, aquí estaremos mejor -sonrió.

Con esto se acercó y proclamó sus labios como había querido hacer todo el día, se besaron durante un largo rato intentando calmar sus ganas de tener al otro cerca pero era como recibir solo algunas gotas cuando se encontraba sediento. Tomó el cabello de Seunghun suavemente entre sus dedos sacando un pequeño gemido de Seunghun.

Dime lo que piensas | BAEHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora