capítulo 8

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Pasaron dos semanas dónde las chicas se habían conocido un poco más, se veían seguidamente, se habían vuelto inseparables, Juliana había aprendido a conocer a Valentina, y por primera vez en su vida había aprendido a ocultar sus sentimientos, pues aun no estaba segura de Valentina, no es que ni la quisiera, cada día la quería más, simplemente no se lo había saber y hasta ahora ambas cumplían con aquel pacto que no habían sellado, Juliana no se separaba de Valentina, mientras Valentina con gestos y actitudes le demostraba que la quería cada día más cerca.. pero esto no era suficiente para que Juliana le demostrará realmente sus sentimientos. La trataba como una amiga más, no literalmente, pero eso le hacía saber.

Valentina seguía viendo las cosas de la boda aún con la firme convicción de que lo último que quería era casarse, las discusiones con Lucho eran más frecuentes tanto así que llevaban dos días sin verse debido a la última discusión, Después de hablar con su Padre y dejarle claro que no estaba lista para la boda, este le sugirió que detuviera los planes, haciéndole saber que contaba con su apoyo. Aún así no encontraba ni la manera ni el momento de hablar con su Madre y con Lucho, pero pensó que si debía hablar con Juliana del tema, sentía que debía hacerlo. Porque sentía que para Juliana, ella ya no era importante, después de aquel beso en la fundación no hubieron más, y a la Pelinegra, cada día le llegaban más pretendientes y no se trataba solo de chicas, sino también de chicos.

Era sábado en la mañana y Valentina le había pedido a Juliana que la acompañará a las afueras a verificar algunos envíos ya que en la tienda se quedaría su hermano, quien era el encargado de los fines de semana..

Sentada en la parte delantera de su auto, y justo en frente de la Fundación de Juliana la cual se había vuelto el lugar favorito para verse, pues Valentina iba cada vez que quería ver a la Pelinegra, esperaba por ella quien ya le había escrito para decirle que estaba cerca, enviándole instrucciones a su hermano en cuanto a los clientes que llegarían hoy a la tienda, con la seriedad que la caracterizaba manipulaba su móvil, el cual dejo de mirar al notar a unos metros el auto de Juliana, quien después de parquear bajo del auto dejando a una Valentina sin reacción, aunque la Pelinegra iba vestida de forma cómoda, para Valentina ella siempre se veía perfecta.

Sentada en la parte delantera de su auto, y justo en frente de la Fundación de Juliana la cual se había vuelto el lugar favorito para verse, pues Valentina iba cada vez que quería ver a la Pelinegra, esperaba por ella quien ya le había escrito par...

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Cómo estás Val, --- saludo dándole un beso en su mejilla--- disculpa la demora pero tuve que ayudarle a mi Madre en algo!..

No te preocupes Juls,---- respondió la Castaña--- de igual forma no llevo mucho tiempo aquí--- mintió--- pero si tenemos que irnos ya!.. los proveedores tienen el tiempo justo...

Vamos tarde?--- preguntó Juliana---

No.. tenemos el tiempo justo para llegar antes que ellos!--- dijo admirando sus perfectas cejas--- vamos en mi auto, o en el tuyo?

Ehh!---- respondió observando ambos autos--- el tuyo está bien!!---- dijo mientras Valentina asentía-- ok déjame y dejo las llaves del mío para que lo lleven al estacionamiento...

A La Primera Persona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora