Capítulo 33 "Una amiga peluda"

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Una amiga peluda


Cabeceo un par de veces y cuando estoy por cerrar los ojos la puerta es abierta de golpe haciendo que me sobresalte y desapegue de la pared en la que estaba empezando a dormirme.

Por ella más personas con batas entran, son tres hombres y una mujer. Los miro aturdida, su mirada va por todo el lugar y se detiene en mí. Se miran entre ellos para luego empezar a avanzar.

Abro los ojos cuando los veo rodearme y tomarme de los brazos.

-¡¿Qué hacen?!-grito cuando me empiezan a llevar-¡¿A dónde me llevan?!

Cooper y Josep se levantan de sus asientos. Cooper da un paso al frente confundido pero Josep lo detiene. ¿Qué carajos? Me sacudo un poco y luego abro los ojos al ver como entramos dentro de una caja metálica. Por un segundo, por un pequeño segundo pienso en que traerán a un león para que juegue conmigo. No sé por qué pienso eso pero lo hago y ese pequeño segundo me siento un poco tonta.

Mi aturdimiento les facilita salir porque no hago un intento de escapar. Luego sacudo mi cabeza y corro hacia el vidrio que está enfrente de mí.

-¿Hola?-golpeo-¿Holaaa? No puede ser-mascullo y golpeo de nuevo-¡No me estoy quejando de estar encerrada!-mientras no me traigan un león estaré bien-¡Solo quiero que me expliquen qué está pasando! ¿Esto si quiera el legal?-sacudo mi cabeza y vuelvo a golpear-¡Esto no es legal! ¡Quiero un abogado! ¡Lo exijo!

No sé ni para que quería uno pero en este momento creo que de alguna manera me sería algo útil. Golpeo un par de veces más pero nadie me dice nada y tampoco oigo nada. Cansada me desplomo sobre el suelo arrimada al vidrio de mi espalda.

Vaya día. Creo que no estaba lista para una cita con Cooper.

La puerta se abre y alzo mi cabeza, entran todos los señores con bata menos la señora y me hacen pararme. Me siento desconcertada por eso me sacudo un poco cuando me hacen pararme.

-¿Qué hacen?-pregunto y cierro los ojos con fuerza al sentir la luz directamente en mi cara.

Las cortinas de metal que estaban rodeando al vidrio han sido alzadas y me permiten ver a los que están afuera. La señora está afuera poniéndose guantes mientras Josep le lee algo.

Busco con la mirada a Cooper y lo veo sentado a un lado de la doctora. Me sacudo y él me hace una seña para que me detenga. Entrecierro mis ojos y él alza las manos en forma de inocencia.

Dejo de moverme y ellos parecen soltar un suspiro colectivo. Los miro mal, no es que sea muy fuerte. Exagerados.

-Señorita Martins ¿me oye?-pregunta la señora golpeando el vidrio. Enmarco las cejas.

Cooper se acerca e imita la acción de ella.

-¿Te sienta bien un minuto de silencio?-pregunta el idiota con una sonrisa y hago con mis manos como si lo fuera a ahorcar.

Él suelta una risa que se oye por los parlantes y se voltea hacia la señora.

-Tome eso como un que sí nos oye.

Ella asiente y procede a entrar. La miro fijamente mientras los otros proceden a retirarse. Me da una sonrisa cálida la cual no correspondo.

-Bien, empecemos-se agacha frente a mí y procede a quitar la cinta de mi pierna-¿Cuántos años tienes?

-Dieciséis recién cumplidos.

-¿En qué año estás?

-Sexto año-ella me ve y asiento-sí, soy adelantada un año.

Te enamoraré (EDITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora