Cooper, ayúdame
Con amor todo sabe bien.
Pero ¡Dios! Por más que los ame eso no sabe para nada bien. Aun así como buena hermana mayor sonrío cuando me miran expectantes por mi opinión, alzo mi dedo pulgar en forma de que esta bueno.
-¿Está bien?
Sonrío asintiendo aun con la comida en mi boca, no la quiero digerir. Con solo tenerla en la boca me estoy muriendo. Ellos sonríen satisfechos y corren felices buscando a mamá, seguramente para que coma también lo que ellos hicieron.
Cruzan la puerta dejándome sola e inmediatamente corro hacia la mesa, cojo servilletas y escupo. Lo boto y casi moribunda cojo un vaso de agua. Lo tomo con desesperación, como si estuviera días sin beber agua. Cuando en realidad solo quiero quitar ese horrible sabor de mi boca.
Diría que nunca más probaría algo que ellos hacen pero no puedo.
Los amo, y eso me ablanda el corazón cuando ellos dicen que quieren que pruebe lo que hicieron. Así que termino haciendo.
Aunque si me negara estoy segura de que mi madre me obligaría a comer, solo porque ella no quiere sufrir sola.
Escucho sus gritos de alegría acercarse y dejo el vaso como si no hubiese hecho nada. Ellos entran teniendo de ambas manos a mamá.
-Entonces ¿Abigail les dijo que estaban buenos?
-¡Sí!-chilla Ben emocionado.
Ella me mira enmarcando una ceja sin creerlo. Me encojo de hombros sonriendo inocentemente a lo que ella niega con la cabeza. Los dos mocosos corren hacia la mesa y traen en una bandeja sus "deliciosas galletas" para ofrecerle a mamá.
Ella sonríe fingidamente y mira las galletas con desconfianza. Una madre conoce a sus hijos, eso incluye sus virtudes y defectos. Así que ella sabía que yo mentí, y que las galletas no sabían para nada bien.
Porque yo no era buena bailando, y ellos no eran buenos cocinando.
Defectos que mi madre ha mirado por todos estos años. De los míos se ríe y se burla, y de los de sus hijos corre y finge que le duele el estómago. Aunque hay días como este que es muy tarde para fingir que está mal y como la madre guerrera que es, tiene que afrontar la comida de sus hijos que seguro luego la tendrán horas en el baño o con dolores.
Sonrío cuando la veo tomar una y disimulando las huele, me da una mirada. Asiento. Así es hermosa madre, están quemadas.
Aun no sé cómo paso eso. El horno tiene un tiempo y según eso todos escuchamos cuando debemos apagarlo pero no, mis hermanos ni la hora pusieron bien. Ella acerca lentamente la galleta a su boca y la mastica.
Los tres la observamos fijamente esperando alguna reacción. Veo como la mastica y la traga para luego sonreír.
-Saben bien-dice finalmente.
-¿Enserio?-pregunta Hailey emocionada.
-Sí, están muy buenas. Ahora vayan a lavarse las manos para que pueda limpiar la cocina y servir la comida.
Ambos asienten felices y corren escaleras arriba para ir al baño. Alguien carraspea y volteo sonriendo inocentemente a mi madre.
-¿Enserio les dijiste que sabían bien?
-Sí...
-¡Abigail Estefanía!-me regaña-Hija por dios ¿Qué tenías en la cabeza?
-No quería romper sus sueños.
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Te enamoraré (EDITADO)
Ficțiune adolescențiUna pregunta: ¿Qué es lo más loco que harías por amor? A Abigail Martins siempre le ha gustado Alan Cooper y cansada de fingir que no pasaba nada, decidió ir a una fiesta donde él estaría. No contó con que en medio de esta perdería el filtro por un...