Cumpleaños (parte 1)
Quiero encerrarme en una caja y no salir nunca más.
Poner tres puertas, seguro y candado.
O beber una poción de invisibilidad.
Porque lo peor de declararte a una persona es lidiar con las consecuencias. Sin darte cuenta al hacerlo te debilitas un poco. Quieras o no, estás expuesta.
Y yo no soy la excepción.
Si antes él me hubiera hecho esa pregunta yo seguramente le hubiera respondido algo seco o un "qué te importa" bueno, tampoco así pero por ahí va el rollo. Ahora en su lugar, mis mejillas se calientan y siento que mi lengua ha huido.
¿A dónde carajos se fue? Ni idea, seguro ha huido a donde yo debí hacerlo después de lo que hice en la fiesta.
Cojo aire y suelto lentamente para que no él no vea como me afecta escuchar su voz. Debo recobrar mi postura. Aclaro mi garganta.
-¿No podre estar aquí?
-Supongo que si fuiste invitada, pues sí.
-¿Entonces...
-¿Entonces qué?-pregunta al ver que no continúo con la pregunta.
¿Entonces porque me lo preguntas? ¡Esto es incómodo!
-Martins, si sabes que cuando hablas con una persona debes verla a la cara ¿verdad?
¡Jódete!
Muerdo mi labio con fuerza y de mala gana me pongo de pie. Me doy la vuelta lentamente y estoy tentada a hacerlo con los ojos cerrados pero sería muy infantil.
-¿Contento?
-Extasiado.
-¿Qué haces aquí?-ahora es mi turno de preguntar.
-Fui invitado-responde encogiendo se hombros.
-No me refiero a eso. ¿Qué haces en el patio cuando ahí adentro hay muchas chicas que se mueren por ti?
-¿Chicas como tú?-pregunta con una sonrisa socarrona.
Idiota.
Entrecierro los ojos y me cruzo de brazos, me estoy poniendo a la defensiva. Lo dije, cuando te declaras a una persona tienes una desventaja muy grande hacia ella. Porque ella conoce tus sentimientos, pero tú no los de ella.
-Ninguna chica es como yo-digo sonriendo.
Katy seguro estaría orgullosa de que utilicé un poco de su modestia. Y si no, pues le sobra mucha como para que sienta ofendida de que la haya robado un poco.
-¿Torpe? ¿Rara? ¿Con la peor suerte y mala resistencia al alcohol?-se burla con una sonrisa-sí, creo que como tú no hay dos.
Lo miro mal y aprieto mis labios con fuerza. Veo detrás de él un jarrón y quisiera lanzárselo en la cabeza. Tal vez inconsciente no diga tantas estupideces y se vea lindo. Pero cuando estoy pensando en hacerlo, la cumpleañera se acerca con una sonrisa hacia nosotros.
-Deberían empezar ya a entrar, los juegos están por empezar.
-Claro-Cooper le devuelve la sonrisa-estaremos en unos minutos.
Ella asiente conforme con la repuesta que dio Cooper y se va en dirección de los demás invitados. El silencio parece que quiere empezar a reinar y antes de que lo haga, me empiezo a dirigir hacia la casa.
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Te enamoraré (EDITADO)
Novela JuvenilUna pregunta: ¿Qué es lo más loco que harías por amor? A Abigail Martins siempre le ha gustado Alan Cooper y cansada de fingir que no pasaba nada, decidió ir a una fiesta donde él estaría. No contó con que en medio de esta perdería el filtro por un...