Te enamoraré (EDITADO)

Capítulo 34 "Algún día"

Algún día

Después de eso nuestra cita continúo con normalidad. La verdad fue divertido, aunque fue vergonzoso cuando casi termino botando la comida al suelo cuando Cooper se acercó mucho a mí. Los nervios me ganaron y cuando vi sus ojos cerrándose me entro el pánico y retrocedí mi brazo que estaba en la mesa, reaccione cuando sentí que golpee algo.

Casi nos dejó sin comida y sin bebidas. Pero por si se lo preguntan, las salve. De manera algo rara y con muchos torpes movimiento pero ¡Hey! Las salve, eso cuenta. Aunque haya hecho un poco el ridículo.

Detalles técnicos que no contare por el bien de mi reputación.

Suelto un suspiro cuando veo la moto en frente mío, se ríe. Se pone su casco y me mira para luego ver el asiento. Lo entiendo, así que me subo y lo abrazo. Entierro mi cara contra su mochila y aprieto mi agarre cuando arranca.

Siento su risa y sonrío un poco abriendo los ojos. Sí, inconscientemente los había cerrado cuando arranco. Y en todo el regreso, los mantuve abiertos. Llevando en mi memoria, a través de mis ojos, el paisaje.

Cuando estábamos por mi barrio le pido detenerse una cuadra antes de llegar a mi casa. Él no pregunta, solo asiente y me deja. Al bajarme me volteo sin saber bien que hacer.

Aunque tengo anotadas varias cosas.

La primera: No olvidarme de darle el casco.

Esa era la primordial cosa por hacer.

La segunda: No había segunda.

Así que de manera improvisada me saco el casco y se lo entrego con una sonrisa.

-Gracias por lo de hoy.

-¿Incluyendo la araña?

-Incluyendo a Yen-me río.

-¿Y el beso que me negaste?-miro al suelo, se ríe-Ven.

Alzo la mirada y muerdo mi labio insegura de si es buena idea acercarme. Él ve mi indecisión y toma la iniciativa bajándose de la moto y cogiendo mi cara con sus manos. Contengo la respiración cuando acerca su rostro al mío.

Sus labios están muy cerca que si me estiro podría, si es que fuera valiente, hacer que tocasen los míos. Cierra sus ojos por segunda vez en el día pero sus labios no van hacia los míos. Esta vez, tienen una dirección diferente, terminan en mi frente.

Quiero gruñir frustrada de haber hecho que el tuviera que hacer eso porque antes me puse nerviosa y me aleje cuando me quiso besar.

Cuando se aleja me sonríe y eso me hace apretar mis manos con fuerza. No quiero conformarme con menos, no quiero poco. Puedo hacerlo, puedo...intentarlo.

Antes de que las dudas y la incertidumbre asomen, mis manos van de manera rápida a su camisa y lo acerco sin que se lo espere. Me alzo en puntillas haciendo que nuestros labios se toquen por un corto, muy corto momento.

Pero ese corto momento desata una ebullición en mis sentimientos y en mi cabeza.

Y con la misma rapidez que me acerque, me alejo.

-Me tengo que ir, gracias por todo-digo de manera rápida antes de darme la vuelta y correr a casa sin dejarlo decir nada.

Corro unos metros antes de soltar una carcajada y tocar mis mejillas calientes. Paso mis manos por mi cabello y aprieto los labios en un intento de controlar mi adrenalina. Sonrío de manera boba pero luego esa sonrisa se va cuando recuerdo lo del zoológico.