Capítulo 68 "Irreal (parte 1)"

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Irreal (parte 1)


Llegar a casa se me hizo difícil, primero porque empezaba a cogerle cariño a ese monstruo con dos ruedas. Sí, aunque eso pareciera imposible. Y segundo, porque no quería soltar tampoco al dueño. Pero al final lo tuve que hacer, Hailey estaba entrando a la casa y no quería que luego me molestara con eso.

Abro la puerta con una sonrisa que estira mis mejillas pegajosas por la crema y con las cosas en mano.

-¡Ya llegue!-grito y voy primero a la cocina para dejar la caja con los recipientes.

Veo a mi madre sentada en la sala y sonrío.

-Hola mamá-digo acercándome-Hoy fue un gran día que no se ni por dónde empezar, aunque primero te diré las ocurrencia de Katy. No, primero la novedad. ¿Puedes creer que Pamela tiene un novio al que Katy le apodo pollito?

Me río y me dejo caer a su lado en el sofá. Pero no dice nada por varios segundos, la miro pero ella solo ve unos papeles.

-¿Mamá? ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?

-Abigail...-se aclara la garganta y sin mirarme me da los papeles-esto llegó en la mañana.

Me acerco y cojo los documentos que leía ella con tanta atención. Al principio no entiendo y me siento desconcertada pero cuando llego al final y leo el nombre. Abro los ojos entendiendo todo.

Mierda, no puedo creerlo.

-¿Q-qué diablos?-tartamudeo. Para luego sacudir la cabeza y tratar de ordenar mis ideas-¿E-esto es real?

-Sí, Abigail-dice mi madre tomando mis manos-Hija, lo lograste, entraste.

Dicho esto me abraza, y murmura cuando orgullosa esta de mí. Pero los minutos pasan y solo le sonrío antes de decirle que subiré a mi cuarto para leer con atención los documentos. Conforme más lo hago, más nervios e irreal se siente. Incluso después de bañarme, los vuelvo a ver.

-Entre-murmuro aun sin creerlo, en medio de la noche aun con los documentos en las manos.

No creía lo que decían los documentos.

Y es que no podía hacerlo. Mis ojos tampoco podía quitar la vista de los papeles que me confirmaban que mi vida podía cambiar.

Porque sí aceptaba esta proposición, significaba dos cosas: El principio de mi sueño, y el final de mi relación con Cooper.


***


Es sábado y no siento la emoción de ello.

La verdad me siento en un limbo, uno oscuro y frío. Además de confuso.

Incluso oírles gritarse no hace que los vea, la verdad ni siquiera me molesto en interrumpirles de nuevo. Solo me sobresalto cuando una mano se posa en mi brazo, miro hacia la persona que me saco de mis pensamientos y me encuentro con una de las rubias.

-¿Estás bien?-me pregunta Sofía.

La miro. ¿Cómo podría decirle a mi mejor amiga que cuando acabe el año debo irme a otro país? ¿Tendría el valor para hacerlo? ¿Podría decirle que me iría? La verdad no sé si tendría incluso el coraje para subirme a un avión hacia otro país del que no sabía absolutamente nada, ni conocía a nadie.

La propuesta decía que podía aceptar hasta dos años después, pero incluso con eso, no lograba calmarme. Al contrario, me ponía más ansiosa.

¿Aceptar o no aceptar?

Te enamoraré (EDITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora