Te enamoraré (EDITADO)

Capítulo 66 "ESPECIAL SAN VALENTÍN"

ESPECIAL SAN VALENTÍN

*Para un mejor sentimiento poner la canción de arriba <3

-Estoy agotada-suelto antes de dejarme caer contra su cama.

Apenas acabamos de tomar las fotos prácticamente todos huyeron cansados. Nosotros no fuimos la excepción y también escapamos. Pero mi casa estaba más lejos que la suya, y terminamos en su casa.

No es la primera vez que estoy aquí, ni tampoco en su habitación. Por eso apenas llegué entre a su cuarto-que es más organizado y limpio que el mío. Aun no entiendo como rayos puede tenerlo impecable cuando a mí me cuesta una vida arreglarlo-y me deje caer en su cama.

Él al verme acostada murmura algo sobre yo siendo la reencarnación de un perezoso. Cosa que no es del todo falsa. Pero no le respondo, solo suelto una risa mientras me volteo a un lado y veo la cámara, sonrío.

Nos han regalado una cámara por que mañana es el último día en el que trabajamos en la empresa. Así que... ¿por qué no estrenarla?

La cojo y enciendo mientras me siento. Él está sacándose la chompa así que desde ahí empiezo a grabar.

-Sonríe para la cámara Cooper, tienes paparazis. Saluda, sonríe un poco. La cámara te adora.

-Basta-dice riendo mientras se acerca y trata de taparla.

-Yo no hago nada, es la cámara que te ama.

-Yo creo que la fotógrafa es la que me ama-dice con una sonrisa coqueta que la capturo.

-Lo hace-aseguro-Está muy loca por ti.

Suelta una risa y se acerca para tomar la cámara pero niego haciendo que su sonrisa se vuelva lobuna. Sus manos toman las mías y me empuja haciéndome retroceder.

Suelto un pequeño grito y termino cayendo sobre su cama con él sobre mí. La cámara cae a un lado todavía grabándonos. No puedo evitarlo y me río al igual que él.

-No voy a hacer nada con la cámara encendida-bromeo y él se ríe.

-No vamos a hacer nada incluso con la cámara apagada-dice, sin embargo la apaga.

Sonrío. Ya lo veremos.

***

Los segundos pasan, y con ello todas las personas se inquietan. Unos se mueven, otros ven a sus lados, otros golpean sus dedos contra la banca.

Están ansiosos.

El reloj cada vez pasa más rápido.

Tres, dos, uno...

El timbre suena y todos se paran con rapidez para luego salir. La maestra los ve y niega la cabeza con una sonrisa.

-Niños, siempre serán niños.

Me río ante sus palabras y me guiña un ojo antes de seguir borrando el pizarrón. Decido también salir y frunzo el ceño al no ver a Cooper en la salida. Supongo que le llamaron los chicos.

Y yo que quería darle un regalo.

-Supongo que tendrá que esperar-murmuro.

Empiezo a caminar y conforme lo hago sonrío al ver a varias parejas juntas. Hay algo lindo en San Valentín, tal vez se deba a que las personas se vuelven detallistas y muchos ven la oportunidad de aventurarse a lo desconocido.