Pollito (parte 1)
Toda acción tiene consecuencias.
Todo es más fácil sacar que guardar.
Y sobre todo... ¡un sábado es lo mejor para hacer todo!
Gruño refregando con fuerza el espejo del baño antes de rociar agua y secarlo con un pedazo de tela. Cuando veo mi reflejo sonrío.
-Limpio, como debe ser-dice Hailey entrando.
Entrecierro los ojos en su dirección.
-¿Estás ignorándome?-pregunta cuando paso a su lado y voy hacia la cocina, me sigue-¡Oye! ¡No me ignores! Soy un muy hermoso ser como para ser ignorada.
La sigo ignorando y una vez que guardo las cosas, subo y empiezo a apilar los libros de la biblioteca. ¿Se acuerdan de cuando arregle mi cuarto para salir? Ya pues, también seguro recordaran cuando mi madre dijo que debía limpiar la biblioteca.
Ella lo hizo, y ahora se ha acordado. Así que madrugo a darme el desayuno para que empezara a limpiar. Para el colmo mío, también me tocaba limpiar el baño.
Y Hailey solo estuvo burlándose.
Mujer insensible.
-¿Vas a ignorarme todo el día? No es justo-se queja-Aunque pensándolo bien ¡Me la debes! No tienes razón para enojarte de mis burlas.
Sin poder contenerme termino soltando una risa recordando la charla que tuvo con las tías.
-Y yo soy la mujer insensible-se queja.
-A veces das miedo-comento.
-Y tú a veces hablas entre dientes.
Me río y saco una gran cantidad de libros que provoca polvo. Por suerte no soy alérgica, hay otras personas que sí lo son. Sofía lo es. Lo cual es algo extraño porque ama limpiar la biblioteca de Little School.
-Bueno, te dejo. Tengo que ir a la casa de Kayle, tenemos trabajo en grupo.
Alzo mi mano con el pulgar arriba y cuando sale prendo mi teléfono y pongo música. Cuando suena la canción de inmediato la canto mientras limpio. Así paso mi tiempo, entre libros, polvo y música.
Mi cabello estaba recogido en un moño desaliñado porque empezó a estorbarme y de lo que estaba sudando me he sacado el saco quedando en una camisa de manga larga de color morado junto a mi short y mis pantuflas.
Ubico los libros que recién saque y subo el volumen del teléfono cuando suena una música que me gusta mucho. Empiezo a cantarla, o más bien a gritarla mientras los ubico, muevo mi cabeza y en una parte doy incluso una vuelta.
Cierro los ojos y canto el coro mientras me muevo pero mi cuerpo se paraliza cuando oigo unos aplausos.
Ay madre mía. Se me ha acabado el concierto.
-¿Qué haces aquí?-pregunto con ojos abiertos-¿Por qué no tocas?
-Lo hice-se encoje de hombros con una sonrisa-pero no oí una respuesta y entre. Ahora veo por qué no lo oíste.
Mis mejillas están calientes que sé y puedo jurar por todo los helados del mundo que estoy más roja que tomate. Y el que yo este conmocionada y sonrojada hace que su sonrisa crezca.
-Ya deja de estar rosa-dice acariciando de manera dulce mi mejilla.
Pasa de mi lado y se deja caer en uno de los sofás. Me quedo un rato procesando mi vergüenza y muerdo mi labio antes de voltearme. Tengo que saludarlo al menos.
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Te enamoraré (EDITADO)
Teen FictionUna pregunta: ¿Qué es lo más loco que harías por amor? A Abigail Martins siempre le ha gustado Alan Cooper y cansada de fingir que no pasaba nada, decidió ir a una fiesta donde él estaría. No contó con que en medio de esta perdería el filtro por un...