Tan fácil
Siempre me habían gustado las flores, pero por alguna razón nunca las había recibido. Ya vez, era como si la vida me hubiera dicho "No, a ti te gustan las flores. Entonces no las recibirás" en cambio a Katy que las detestaba siempre en su cumpleaños sus pretendientes se las regalaban.
Cabe destacar que luego ella me las daba a mí.
Pero ahora, viéndolo sacar de su maleta una flor de color tomate. Agradezco que nunca nadie me las hubiera regalado. Porque eso hace único este momento y le hace único a él.
¿Quién lo diría? Es mi primer amor y quien me ha dado mi primera rosa.
Abro los ojos sorprendida por el detalle. Algo en mí se retuerce y siento mis ojos aguarse un poco. Tal vez exagero pero esto me ha emocionado mucho. Tal vez ve mis ojos algo brillosos y por esa razón actúa de manera rápida y me la pone muy cerca de mi cara. Hace que esta roce mi nariz haciendo que me dé un poco de coquillas, me río para luego cogerla con mis manos.
Es tan linda, tan delicada que hace que me emocione ante el hecho de que él la compró para mí. Es de pétalos algo anchos, sus hojas son suaves y tiene un color matizado entre naranja y amarillo. Mi corazón se acelera y mis mejillas se empiezan sonrojar.
Es perfecta.
Abro la boca para agradecerle pero de inmediato la cierro al quedar sin palabras. Está más cerca que antes. Demasiado. Y me gusta. Él se acerca un poco más haciendo que abra los ojos con sorpresa. Su nariz bien podría estar rozando la mía, y eso no es que vaya a disgustarme pero si hace cosas locas con mi corazón.
Su respiración choca contra mi cuello haciendo que mis vellos se ericen y quiera estremecerme. Su nariz roza mi mejilla y lentamente pone sus labios sobre...
Mi mejilla
Quisiera bufar pero en vez de eso suelto un suspiro al sentir sus labios contra mi piel. Mi corazón se dispara a una velocidad increíble y mi cara se calienta. Quiero hablar, o al menos detenerlo y evitar que se aleje pero aún mi cabeza estaba paralizada como para hacer algo coherente y mi corazón ni se diga.
Se aleja un poco, lo suficiente como para que su respiración choque de nuevo contra mi mejilla. Sus ojos están fijos en los míos. Brillan un poco y quiero creer por un momento que ese brillo se debe a mí. Después de todo, se vale soñar.
-¿Eso fue lo suficiente cliché para ti?-dice en mi oído haciéndome reaccionar.
Parpadeo tratando de salir del trance en el que sus labios me habían transportado. Muerdo mi labio decidiendo mirar hacia cualquier lado menos a él. Esto me ha afectado pero bien se vale fingir que no lo ha hecho.
-No está mal-respondo encogiéndome de hombros.
-¿No está mal?-pregunta enmarcando una ceja-puedo jurar que eso derritió tu corazón más de lo que ya estaba por mí.
-Engreído.
-Pero así te gusto-contesta con sorna.
Ruedo los ojos sin poder negarlo. Él se ríe pareciendo encantado con el hecho de que no pueda decir nada para negarlo.
-¿Cómo estas tan seguro de ello?-pregunto tratando de retarlo-Digo, estaba borracha. Lo que sea que te dije no tenía sentido.
-Por qué no todos los días se me declaran de una manera demasiado peculiar-contesta con una sonrisa-Además pequeña Abi, no dicen por ahí que los borrachos nunca mienten.
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Te enamoraré (EDITADO)
Teen FictionUna pregunta: ¿Qué es lo más loco que harías por amor? A Abigail Martins siempre le ha gustado Alan Cooper y cansada de fingir que no pasaba nada, decidió ir a una fiesta donde él estaría. No contó con que en medio de esta perdería el filtro por un...