Hilary River
-Eres bonita. Digo, es bonito el paisaje. Sí, es muy lindo como se difumina y el color se mezcla con los otros y bueno... ¿continuamos?-murmura o más bien balbucea con las mejillas enrojecidas.
Da unos pasos torpes tratando de caminar, esta tan nervioso que no ve que en frente de él hay una lata de pintura. Abro los ojos y doy un paso al frente.
-¡Cuidado con la...-grito mientras me acerco y pongo mis manos en su pecho para evitar que se acerque más-lata.
Lo último suelto como si fuera un suspiro. La lata está a un centímetro de su pie. Eso estuvo cerca. Alzo la mirada y me topo con sus ojos, le sonrío.
-Eso estuvo cerca-digo y veo como sus mejillas se sonrojan más de lo que ya estaban.
Se aleja despacio y aclara su garganta.
-Casi hago un desastre-dice pareciendo apenado.
-No pasa nada. Yo al entrar también casi hago uno-trato de hacerle sentir mejor-Sera mejor que avancemos, debemos ayudar a los demás.
Asiente
Caminamos por unos segundo tratando de evitar las demás latas y él sonríe cuando tomo su mano para evitar que haga más desastres, supongo que le da más confianza. Llegamos al patio y veo como algunos están agachados arreglando las flores, y otros pintando los juegos de los niños.
Emilia al verme se acerca. Oh, rayos.
-Abi que bueno que abriste la puerta, ya estoy vieja que ni oigo-se ríe-Pero yo te estaba buscando para...
-¿Ayudarte?-le interrumpo antes de que suelte algo sobre que trabajo aquí.
-¿Eh?-parpadea confundida-No, yo quería...
-No te preocupes-le interrumpo de nuevo zafando mi mano de la de Gregory y haciendo un ademan restándole importancia-ayudare con los demás.
-¿Está bien?-murmura confundida. Mira mi cara por unos segundos y creo que trata de entender qué pasa. Creo que mi cara luce lo suficientemente desesperada como para que no diga nada más.
Deja de verme y sonríe con diversión al ver a Gregory.
-Gregory que gusto, no creí que lograran convencerte de venir.
Enmarco una ceja con curiosidad. ¿No quería venir? Entonces por qué está aquí. La pregunta lo incomoda haciendo que pase una mano por su nuca.
-Sí, bueno, hubo un cambio de planes... ¿En qué ayudo?-cambia de tema haciendo que Emilia se ría.
Esa mujer sí que ama incomodar.
-Puedes ayudarme pintando los juegos de la izquierda. Falta darles una segunda pintada.
Él asiente.
-Y tu Abi podrías hacer lo mismo con los de la derecha. Junto a Hilary-asiento-Bueno, tengo que volver a dentro. Me llaman si me necesitan-avisa a todos haciendo que se escuche un coro de "sí" por parte de los adolescentes.
-¿No querías venir?-le pregunto sorprendida a penas la veo cruzar la puerta.
-Tenías cosas que hacer-responde incómodo.
Decido no preguntar más y cojo los materiales que están en una cubeta. Él imita mi acción y con una sonrisa se va a hacer su actividad.
Me encamino hacia Hilary y ella alza la cabeza al verme. Le sonrío y ella me mira fijamente antes de bajar la cabeza e ignorarme. Suelto el aire y me dejo caer en el suelo empezando a pintar el subibajas.
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Te enamoraré (EDITADO)
Novela JuvenilUna pregunta: ¿Qué es lo más loco que harías por amor? A Abigail Martins siempre le ha gustado Alan Cooper y cansada de fingir que no pasaba nada, decidió ir a una fiesta donde él estaría. No contó con que en medio de esta perdería el filtro por un...