Capítulo 36 ‒ El Plan de Thomas

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Mismo viernes

--- Thomas ---

Había calma entre los muchachos. Nos abrazamos todos, previos a que atravesaran el portal. Daisy me besó.

‒ Te espero, ‒ Dijo ‒ yo creo en ti. Te quiero, Thom.

‒ Y yo a ti, Dai. Prometo no enloquecer.

‒ Prométeme que podremos volver adormir juntos.

‒ A estas alturas te prometo que no voy a permitir que esas criaturas nos atormenten de nuevo. De aquí para allá... no pensemos en sueños lejanos mientras aún haya pesadillas por acabar.

‒ Está bien, entiendo... ‒

Daisy se fue algo preocupada, pero confiando en que todo saldría bien finalmente.

Jhon y yo subimos al cuarto donde se me cuidaría. Él pasó todos los datos del portal a una pequeña pantalla que cargaba en su mano.

‒ De esta forma podré cuidarles a todos. Cerré la conexión del portal con el Tejido en cuanto todos entraron, pero lo puedo reabrir con una sola acción.

‒ Perfecto, meditaré. Sube en unos quince minutos.

‒ Va. Prepararé café, será una noche larga. ‒

Entré al cuarto que me había señalado Jack unos minutos atrás. En la pared del cuarto había una foto mía muy empolvada y vieja, tendría unos tres años de edad y estaba junto a mis padres. La cama era vieja pero se conservaba muy bien, el colchón estaba grande y fresco, y no había mucha luz. La luna se dejaba ver a través de la ventana como anunciando la noche. Medité suavemente.

La advertencia de Jack fue clara,alucinaciones. Me preparé mentalmente para volver a mi infancia y ver cosas en todas partes, para no discernir entre la realidad y los sueños. Todo estaría bien, esto era por conectarme con mi pasado,con mi padre, y por ayudar al mundo. Esto también era por Leo, Cup y Charles.

Lentamente me dormí, acurrucado en el que parecía ser el antiguo lecho conyugal de mis padres.

Cuando desperté, ya sabía dónde estaba. Caminé directo a la puerta hacia el Tejido, hacia la batalla. Esta vez la encontré fácilmente pues con el paso del tiempo y la práctica, se me había hecho un hábito viajar a Oniria.

De inmediato sentí un cambio de viento y de luz. Me golpeó una helada corriente mientras que la poca luz,opaca y difusa, no me dejaba adaptar del todo a ver. Escuché gritos.

‒ ¡Rápido! ¡Reúnanlos a todos! ‒Era una voz femenina.

‒ ¡Lucy! ¡Es Thomas! ‒ Gritó Lila.

Mi vista se terminó de adaptar. A lo lejos, una pequeña horda de sombras atacaba a una debilitada facción de Oniros. La Guardia dio con el escondite de Hypnos y lo animó de inmediato a la batalla. Todos corrían en un esfuerzo por reunir apoyo para recuperar, por lo menos, la destrozada ciudad.

‒ ¡Garras! Tenemos que irnos rápido,necesitamos que este plan funcione.

‒ ¿Qué ha pasado? ¿En tan solo quince minutos?

‒ No te imaginas. Hypnos supo de nuestro regreso, probablemente anunciado por Jack, y se preparó para atacar. Ahora estamos en la primera puja para frenar la entrada de tropas a través del portal de Efialtra. ¡Vamos ya! Debemos buscar a Morfeo.

‒ ¿Tienes idea de cómo?

‒ Hypnos nos dijo que se suele ocultar en una isla de la que solo él y dos o tres Primeros más saben la locación. ‒

D.G.S.A.: La Guardia de los Sueños (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora